Kabul, Afganistán. – (Agencias) Diez capitales de provincia han caído en tan solo una semana. El avance de los talibanes en Afganistán no encuentra prácticamente resistencia, y tras la reciente conquista de Ghazni los milicianos controlan ya dos tercios del país.
La ciudad de Ghazni es un punto particularmente estratégico ya que se encuentra a escasos 150 kilómetros de la capital, Kabul, que según los analistas podría caer en manos de los talibanes en cuestión de pocos meses.
Este miércoles tomaban sin dificultad Farah, al oeste, y también está en sus manos Kunduz, al norte, donde se encuentra una de las principales bases militares del Gobierno.
Tanto por el norte como por el sur, los talibanes están cada vez más cerca de la ansiada capital.
La preocupación en la comunidad internacional es más que evidente, con las tropas estadounidenses y de la OTAN abandonando definitivamente el país y el Gobierno de Ashraf Ghani en la cuerda floja, buscando apoyos entre los señores de la guerra locales.
Estados Unidos ha llevado a cabo bombardeos puntuales contra los insurgentes, pero evitando en cualquier caso el cuerpo a cuerpo.
Lo talibanes aseguran por su parte en que nadie debe temer represalias en las ciudades que están tomando y en que están siendo cuidados en sus acciones para que haya las menos víctimas posibles.
Desde el Gobierno hablan de más de 400,000 desplazados a causa de las acciones del grupo radical solo en los dos últimos meses, y, la Unicef, de decenas de niños a lo largo de la última semana.
