Una de las tantas cartas del señor Madero, se la escribió al joven Lic. José Vasconcelos, el 13 de noviembre de 1909, es interesante la visión que tenía el apóstol para observar perfiles ilustrados para su proyecto democrático.
La epístola dice: “Muy estimado amigo […] debemos estar satisfechos del resultado que hemos obtenido hasta ahora, pues hemos logrado en poco tiempo que nuestro Partido sea el más respetable de los Partidos de oposición […] cuando realicemos nuestra Convención y lancemos los candidatos del Partido, el prestigio de nuestro Partido subirá de un modo incalculable, pues estos acontecimientos causarán un entusiasmo no comparable con el que causó la candidatura de Reyes, en su mayor apogeo. […] en la conciencia de todos estaba que si Reyes hubiera aceptado su candidatura hubiese triunfado […] debe comprender que son pocas las oportunidades que se le presentan a un hombre, de demostrar su valor […] al servicio de una causa noble. […] si Ud. se separa de nuestro Partido, va a perder, quizá, la mejor oportunidad que se le presente en su vida […] No le hablo de esto para halagar su vanidad, porque sé que no la tiene, sino para halagar su patriotismo […] Ud., por su talento, su prudencia, y las cualidades que lo hacen ser tan simpático para todos nosotros, le harían indudablemente ocupar un puesto bastante importante. […] si hasta ahora hemos presenciado algunas represalias, no tendrán comparación con las persecuciones que vendrán cuando se acerquen las elecciones […] nuestra lucha es democrática esencialmente, a pesar de ello habrá víctimas […] un elemento intelectual como Ud. no dejaría de causar cierto hueco en nuestras filas, pero ese hueco sería llenado inmediatamente por alguna otra persona, que aunque no tuviese tan buena pluma como la suya […] En resumen, el Partido Antirreeleccionista lamentará de todos modos la separación de un miembro tan apreciable como Ud. […] si me dirijo a Ud. por la presente, lo hago más por la amistad que le tengo.”[1]
[1] Archivo de don Francisco I. Madero. (2012). Epistolario, Tomo II (noviembre de 1909-1910). Primera edición anotada, Instituto Cultural Helénico, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, Secretaria de Educación Pública, p.p.985-987, México, D.F
