Marin, California. (Agencias) En la escuela primaria del condado de Marin, California, se habían tomado todas las medidas anticovid de manera muy concienzuda.
Establecieron el uso del cubrebocas obligatorio al interior, los escritorios separados con una distancia de 1.8 mts., y el mantenimiento del distanciamiento social entre el alumnado, sin embargo, la variante delta encontró una abertura.
El 19 de mayo pasado, una maestra, que no estaba vacunada contra el Covid, comenzó a sentirse cansada y con algo de congestión nasal. Ella lo adjudicó a una alergia y lo supero.
Sin bien ella siempre usaba el cubrebocas, hizo una excepción a la hora de leer un cuento a la clase.
Para cuando se enteró de que era positiva, dos días después, la mita de su clase de 24 niños se había infectado, casi todos de las filas de enfrente y el brote se había extendido a salones, hermanos y padres, incluyendo a algunos completamente vacunados.
«El cubrebocas se lo quitó solo momentáneamente, no un día entero u horas. Queremos señalar que esto no es culpa de la maestra, todos bajan la guardia, pero la cosa es que la delta se aprovecha del relajamiento de cualquier tipo de medidas de protección», dijo Tracy Lam-Hine, epidemióloga del condado.
El caso, publicado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), pone de manifiesto el peligro que enfrenta los menores de 12 años, el único grupo no elegible para ser inmunizados con la vacuna anticovid, mientras una variante hipercontagiosa galopa por el país.
En el condado de Brevard, Florida, 1,623 niños se contagiaron y más de 8,000 estudiantes fueron puesto en cuarentena. Mientras que, en el área de Atlanta, se confirmaron 23,000 estudiantes y personal de las escuelas en cuarentena.
La variante delta ha convertido a las escuelas de la nación en campos de batalla ideológicos, donde un padre enojado arrancó el cubrebocas a un maestro en una escuela de Texas este mes.
Con Padres a favor y en contra del uso obligatorio del cubrebocas poniendo demandas contra los distritos escolares de sus hijos. Pero el panorama empeorará si no se hacen esfuerzos concentrados por frenar la transmisión del delta.
Una simulación en un modelo de predicción por parte de un laboratorio financiado por los CDC arrojó que, en las escuelas primarias sin cubrebocas y pruebas regulares, más del 75% de los niños podrían contagiarse en los primeros tres meses.
El aumento de los casos de la variante delta ha presionado para que la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA) autorice la vacuna a menores de 12 años.
Los planes de apertura escolar se han desordenado, mientras los funcionarios buscan imponer el uso obligatorio del cubrebocas y la vacunación a los maestros.
Se esperaba que las vacunas para niños de 5 a 11 años estuvieran disponibles a principios del otoño, pero para sorpresa de muchos, los reguladores federales pidieron a las compañías de vacunas a fines de julio que duplicaran el número de participantes en el ensayo para incluir a varios miles de niños más.
La FDA está tratando de entender la relación de la vacuna con una inflamación rara pero potencialmente grave del musculo cardíaco conocida como miocarditis y pericarditis, que ha afectado a personas más jóvenes y saber si también afectaría a los niños,
El director de los Institutos Nacionales de Salud y los fabricantes de las vacunas han dicho que es poco probable que la vacuna para niños este para finales del año, incluso para principio de año próximo.
