Opinión

Marcelo, entre la dignidad y las convicciones



Debo confesar que desde hace un poco más de cinco años en que Andrés Manuel ganó la elección presidencial, pensé que Marcelo Ebrard sería el próximo candidato a la por parte de MORENA rumbo  a las elecciones por la presidencia de la República que se desarrollarán en el año 2024. Estaba convencido de que así sería.
Sin embargo, la tarde de este miércoles 6 de septiembre del 2023, fue dado a conocer por parte de Mario Delgado, Srio Gral de MORENA, que  quien  representará a dicho partido, con base en los resultados de las encuestas aplicadas, será Claudia Sheinbaum, echando con esto para abajo mi hipótesis y los sueños inmediatos de Marcelo.
La elección de Claudia para ir a coordinar a los comités de defensa de la 4T y luego a la candidatura para la presidencia es una traición de Andrés Manuel a Marcelo o es producto de un acto de plena democracia?
Marcelo Ebrard es un tipo de gran bagaje político y de inteligencia privada, pero sobre todo, es un hombre que mostró cabal lealtad a su líder, a su jefe, a su amigo Andrés Manuel.
En más de una ocasión decidió hacerse a un lado, cediéndole el paso rumbo al poder a Andrés Manuel, una fue cuando ambos anhelaban dirigir el DF, hoy CDMX y, después cuando se abrió el espacio temporal para ir por la presidencia de la República, hace poco más de cinco años.
Marcelo no solo dio el paso al costado, sino que fue factor importante para que Andrés Manuel ganara la CDMX y después, la presidencia de nuestro país y, voy más allá, ayudó mucho a AMLO generando equilibrio con su experiencia, visión y sapiencia política al interior de ambos gabinetes.
Marcelo ha mostrado lealtad histórica hacia Andrés Manuel  y su mano se ha notado tanto al interior como al exterior del país, quizá por eso y por la amistad entre ambos, Marcelo estaba convencido de que sería el elegido por el presidente para para ir por la presidencia en el 2024.
Sin embargo, conforme se acercaba el tan esperado momento para la toma de esta decisión, el presidente fue colocando cada vez con mayor énfasis político a Claudia Sheinbaum en el escenario nacional, dándole empujoncitos rumbo a tan anhelada candidatura.
La sagacidad política de Marcelo le permitió advertir peligro en relación a sus sueños.
Ante este hecho, algunos olían a una posible tradición del presidente hacia Marcelo, mientras que otros olían a democracia pura.
Marcelo  se vio confundido, molesto e indignado. Se rebeló señalando irregularidades en el proceso de aplicación de las encuestas para elegir a una de las seis corcholatas de MORENA.
Sabía que los resultados no le favorecían y optó por no presentarse al escenario en que se daría a conocer al ganador o ganadora.
Ante la ausencia de Marcelo, se fueron a conocer los resultados, en todas las encuestas, quedó en segundo lugar. Le levantaron  la mano como vencedora a Claudia.
La rebelión de Marcelo ha dado margen a diversas especulaciones tales como de que si se irá de MORENA, que si se va al partido Movimiento Ciudadano de Dante Delgado para participar desde esa trinchera por la presidencia de México y otras más.
Lo que hará Marcelo, seguramente lo sabremos el próximo lunes 10 del presente, fecha en que ha convocado a reunión extraordinaria a su equipo de trabajo.
No cabe duda de que será un larguísimo fin de semana para él. Decenas de ideas rondarán su intelecto intentando alejar las emociones para decidir su futuro político y el de su equipo.
La dignidad le pudiera aconsejar decir adiós a MORENA y a Andrés Manuel e irse a MC, buscando que no ganen Claudia, Mario Delgado, Durazo, MORENA y el mismo Andrés Manuel.
Esta decisión lo pudiese llevar a perder toda posibilidad de llegar algún día a la presidencia de México y de que su equipo quede marginado del escenario político.
Por otra parte, sus convicciones le pudiesen aconsejar no abandonar y debilitar con ello a un movimiento del que él fue pieza importante para alcanzar la presidencia ( no es lo mismo traicionar que ser traicionado).
Quizá concluya que deba quedarse en MORENA y consolidar desde adentro una corriente ideológica paralela al liderazgo de Mario Delgado y la misma Claudia para preparar el terreno rumbo al 2030.
Marcelo necesita al partido y amlo y el partido, necesitan de su sagacidad política.
Si esto fuera fútbol, diría que Marcelo  es el jugador que ha portado el número 10 en la playera, quien ha marcado el ritmo de juego, dando varios pases de gol para que los anote Andrés Manuel.
Volvamos al tema,
es Claudia la elegida.
Traición o democracia?