Bruselas, Bélgica. – (Agencias) Una de las rutas más peligrosas para la migración es la Ruta Atlántica, donde más de 500 personas han muerto o desaparecido en lo que va del año 2020.
Esta situación demanda una urgente atención por parte de la Unión Europea (UE) y se establezca un nuevo Pacto para la Migración y el Asilo.
El Parlamento Europeo debatió el tema en una conferencia de alto nivel este día.
António Vitorino, director de la Organización Internacional para las Migraciones, dijo que: «La pandemia va a incrementar la presión. El Sahel está explotando. Y esta explosión puede tener un gran impacto en África Occidental. Mire lo que está pasando en el Atlántico, cientos de personas intentan llegar a las Islas Canarias por una de las rutas más peligrosas del mundo. Y están muriendo».
«Es absolutamente necesario que la Unión Europea dé prioridad a las operaciones de búsqueda y rescate, a salvar vidas, a la predictibilidad de los desembarques”.
A partir de la estrategia de la comunidad de incrementar los controles en el Mediterráneo, el flujo migratorio se ha desviado hacía las islas Canarias.
Tan solo entre agosto y noviembre de este año llegaron 14,000 personas, diez veces más que el mismo periodo del 2019. En octubre, el más trágico en la ruta occidental, murieron 222 personas o desaparecieron en el mar.
La Comisión Europea prepara llevar a cabo un Plan de Acción que establezca un equilibrio entre integración y repatriación.
Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, afirmó que “las personas que llegan a Europa legalmente necesitan conocer sus derechos y necesitan sentirse bienvenidas. Aquellas que no pueden optar al asilo o a la protección internacional, tienen que regresar a casa porque ésta es la única manera de romper el círculo vicioso de los traficantes despiadados».
Sin embargo, la ola de ataques en Francia y Austria han provocado que algunos líderes europeos hayan pedido más controles fronterizos y medidas más estrictas en materia de integración. No todos están a favor.
«La gran mayoría de los atentados terroristas que se han cometido en Europa durante la última década fueron cometidos por ciudadanos de la UE, no por inmigrantes. Así que creo que es una asociación de ideas muy débil», analiza Olivia Sundberg Diez, experta en políticas migratorias del European Policy Centre.
«Ya existe mucha legislación centrada en la protección de las fronteras de la UE, tanto para las fronteras Schengen como para la frontera exterior. Lo importante es la implementación. Y actualmente vemos brechas importantes en materia de asilo, pues varía mucho de un Estado miembro a otro».
El asunto migratorio sigue dividiendo a la comunidad europea. Esta vez parece que se quiere cerrar la brecha interna sobre el control fronterizo y las repatriaciones.
