Bangkok, Tailandia. – (Agencias) Una terrible masacre ha sucedido en la localidad de Uthai Sawan, en la provincia nororiental tailandesa de Nong Bua Lamphu, cuando al menos 38 personas fueron asesinadas, entre ellas 22 niños, en un tiroteo en una escuela infantil, según informó un portavoz de la policía.
Por medio de un comunicado oficial, la policía informó que el atacante, identificado como el expolicía Panya Khanrab, se suicidó. Entre las víctimas del expolicía se encontraba su esposa e hijo, a quienes mató cuando regresó a su casa después de la masacre. El tiroteo también dejó al menos a una docena de heridos. Según la policía, Khanrab adquirió el arma, un fusil semiautomático, de manera legal.
De acuerdo con la información del gobierno y la policía de Tailandia, se estaba realizando una búsqueda para capturar al asesino, sin embargo, los medios tailandeses adelantaron la noticia, que después fue confirmada por la policía a través de su cuenta oficial de Facebook, que Khanrab se había suicidado después de matar a su familia, en su casa. El expolicía, de 34 años, había sido expulsado del Departamento en 2021 por posesión de drogas y el jueves había comparecido ante el juzgado.
Jidapa Boonsom, funcionario tailandés, dijo a la agencia Reuters, que unos 30 niños se encontraban en la escuela, que generalmente acoge a niños de 2 a 5 años, alrededor de la hora del almuerzo cuando Khanrab entró al edificio. El atacante comenzó a disparar con el fusil semiautomático que portaba primero a cuatro o cinco miembros del personal de la escuela, incluida una profesora con un embarazo de ocho meses, dijo Boonsom. “Al principio la gente creyó que eran fuegos artificiales”.
Por su parte, el portavoz de la policía, Paisal Luesomboon, declaró a la cadena ThaiPBS que Khanrab, tras comparecer ante la justicia, salió a recoger a su hijo al centro de educación infantil. Al notar que su hijo no se encontraba ahí, sacó su arma de asalto y comenzó la masacre. Tras terminar su ataque en la escuela, el exagente de la policía huyó en una furgoneta, matando en su huida algunos de los transeúntes que pasaban por el lugar.
Las imágenes, distribuidas por la policía tailandesa, muestran decenas de cadáveres esparcidos señalando el camino sangriento del asesino por la escuela mientras disparaba al azar. Los vídeos publicados en las redes sociales muestran lo que parecen cuerpos de niños cubiertos con sábanas, que yacen en charcos de sangre.
Muchos de los heridos han sido trasladados al hospital Nong Bua Lamphu, que ha solicitado “con urgencia” que los ciudadanos donen sangre de todos los tipos, según medios locales.
Las imágenes y vídeos que circulan en redes sociales muestran también a familiares de las víctimas, presas de la desesperación, alrededor del recinto hospitalario.
