Washington, D.C. – (Agencias) El republicano más importante después del presidente Trump es el líder del Senado. El senador Mitch McConnell, el líder de la mayoría republicana en el Senado, rompiendo con el plan de Trump de anular su derrota, felicitó a Joseph R. Biden por su triunfo en las pasadas elecciones.
Pero, además, McConnell busca convencer a los demás republicanos para que no se sumen a la idea de revertir la elección en el Congreso.
Un duro golpe a las aspiraciones de Trump. Este mensaje lleva el aval, sin duda, de las principales figuras del Partido Republicano, lo que significa que Trump navega sin el Partido, pero no sin partidarios dentro.
Aunque McConnell tardó semanas en reconocer el triunfo de Biden, el reconocimiento es una dique para detener los intentos dentro de su partido de sembrar dudas sobre las elecciones.
La decisión también busca evitar la fractura ante la fuerte presión de Trump para que los legisladores republicanos tiren las elecciones desde el Congreso, obligándolos a decidir entre la lealtad a él o proteger el “santo grial” del sistema electoral de Estados Unidos.
En su discurso en el Senado, McConnell dijo: «Muchos de nosotros esperábamos que las elecciones presidenciales dieran un resultado diferente, pero nuestro sistema de gobierno tiene procesos para determinar quién será juramentado el 20 de enero».
«El Colegio Electoral ha hablado. Así que hoy quiero felicitar al Presidente electo Joe Biden», concluyó.
De acuerdó con The New York Time, McConnell y los legisladores cercanos hablaron por teléfono con sus compañeros republicanos inmediatamente después de la declaración.
Se trataba de convencerlos a no sumarse al intento de desconocer las elecciones en la sesión de ratificación de los resultados del Colegio Electoral el próximo 6 de enero.
Mo Brooks, representante por Alabama, junto a un pequeño grupo de legisladores republicanos pretenden usar un procedimiento constitucional para oponerse a la inclusión de los cinco estado llamados “campo de batalla” en el conteo de los votos del Colegio Electoral.
Tiene pocas posibilidades de tener éxito, pero si logran conseguir otro voto de un senador podrían forzar la votación, lo que pudiera transformar una sesión de tramite en un amargo proceso de validación.
Hasta ahora ningún senador republicanos se les ha sumado. McConnell ha planteado en su llamada, que un desafío a la elección pondría a los senadores en la disyuntiva de oponerse a Trump o rechazar la voluntad de los votantes, lo que perjudicaría a los postulantes en las elecciones de 2022.
Para la tarea envió a su principal adjunto, el senador John Thune de Dakota del Sur, a presionar uno a uno a los senadores republicanos.
Las señales del cambio de McConnell llegaron cuando los miembros de su equipo en la coordinación del Senado, incluso el capellán de la Cámara, empezaron a felicitar a Joe Biden el lunes por la noche y el martes por la mañana, preparando el terreno para su Jefe.
Aunque nunca las dijo, McConnell permitió a Trump presentar falsas acusaciones de fraude electoral y afirmaciones fantasiosas de que había ganado.
Sin embargo, en privado los aliados insistieron en que debían respetar los resultados, y evitar un conflicto de fin de año que perjudicaría las elecciones de los dos escaños en el Senado que van a un desempate en Georgia.
