Washington, D.C. – (Agencias) De acuerdo con un alto funcionario de Defensa de Estados Unidos, este martes, el mega convoy militar de cerca de 60 kilómetros de largo se detuvo, tal vez para reagruparse, mientras que en los otros frentes rusos reunieron más fuerza de manera amenazante, seis días después de iniciada la invasión rusa a Ucrania.
Un proyectil estalló en un edificio administrativo en Kharkiv, y un ataque casi derriba la Torre de Televisión de Kiev, además de golpear cerca del Monumento al Holocausto Babyn Yar, matando a cinco personas, infromó el ministerio de Defensa de Ucrania.
En el frente sur del país, sigue la lucha por la ciudad de Kherson entre las fuerzas rusas y ucranianas, y las tropas rusas ocuparon Berdyansk, y tomaron posesión de Melitopol, una ciudad de unos 150,000 habitantes. De acuerdo con el alto funcionario de Defensa, las fuerzas rusas permanecen fuera de la principal ciudad sureña de Mariupol, pero están lo suficientemente cerca para atacarla con artillería y otras armas de largo alcance, reportaba The Washington Post.
Por otro lado, Járkov permanece bajo control ucraniano, pero está «rodeado» por tropas rusas, dijo el alcalde Ihor Terekhov a The Washington Post.
Mientras tanto en la capital, Kiev, los habitantes que quedan se preparan para el asalto ruso, que aparentemente se están preparando para sitiar la ciudad. De acuerdo con un alto funcionario d Defensa, Moscú está al parecer adoptando la misma táctica de asedio que están utilizando para estrangular a Járkov.
Miles de personas están si electricidad y sufriendo temperaturas bajo cero sin poder usar sus calefactores, dijeron las autoridades de Járkov, mientras los residentes se preparaban este martes para más bombardeos rusos.
Se dice que los rusos utilizaron bombas de las llamadas “racimo”, que están prohibida, cuando atacaron partes residenciales de Járkov el lunes, causando temor de que Rusia use tácticas similares a las empleadas en Chechenia y Siria, donde ha sido acusada de crímenes de guerra por los países occidentales. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que el ataque a Járkov fue «terror contra la ciudad».
Casi 680,000 ucranianos han huido del país desde el inicio de la invasión rusa, según el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi. Más de la mitad han ido a Polonia, y la gente está llegando a Moldavia, Eslovaquia, Rumania y Hungría en lo que es el mayor éxodo en Europa desde las guerras de los Balcanes de la década de 1990, según la ONU.
