Recuerdo en mis años mozos aquellos viajes al Distrito Federal, hoy CDMX, se percibía cultura, tantas opciones de teatros, el emblemático Palacio de Bellas Artes, la librería Gandhi, un deleite ver tantos libros interesantes.
Cerca de ahí, el zócalo capitalino, acudir y escuchar los discursos de Cuauhtémoc Cárdenas , del mismo Andres Manuel, de oradores radicales de izquierda, era para mi, simplemente fascinante, mi corazón, mi alma, todo yo, respiraba ideología.
Como muchos hombres y mujeres he soñado con un mundo mejor, más justo para todos, sobre todo para los que menos tienen. Sigo soñando con ello.
Más allá de cualquier ideología partidista, como ser humano, como ser crítico, como individuo de esta sociedad globalizada me preocupa la división cada vez más marcada de la sociedad y el crecimiento de la pobreza , los pobres son cada vez más pobres, el trabajo no garantiza salir de la pobreza, pero sí al menos la posibilidad de comer tres veces al día, pero, también hay crisis de empleos, salir adelante con una sonrisa y construir el éxito es cada día más difícil . Vivir se complica, ya muchos solamente sobreviven.
Quizá ya pronto hasta le gente deje de soñar, lo cual no lo quiero ni imaginarlo, pues, hay tantos y tantos pobres que lo único que pueden hacer, es soñar, ( leí en un libro de J.Bucay, “un hombre muy pobre dormía profundamente, sonreía, soñaba que era muy feliz. Alguien preguntaba, lo dejo que siga soñando o lo despierto para que vuelva a su realidad?”).
Además de lo anterior, me preocupa lo que pasa con el sistema educativo nacional, “ La educación es el arma más poderosa para cambiar al mundo”, N. Mandela. Un pueblo sin educación está condenado a caminar entre la oscuridad, sin rumbo. Mis respetos y admiración a los docentes, hacen lo que humanamente pueden, pero, es una utopía educar exitosamente a los alumnos sin verlos a los ojos, sin tocar su corazón, sin debatir directamente, sin verlos felices frente al maestro.
Millones de seres humanos mueren en el mundo, en México se está rebasando la cifra de 90,000. El Covid-19 rebrota, esta pandemia se ha convertido en el terror, en la psicosis del siglo XXI, aún no se doma y ya prepara su nueva embestida mortal, ya viene y nos atrapará divididos.
Los pobres por un lado, los ricos por otro. Los simpatizantes de Andrés Manuel por un sendero, sus adversarios por otro y los críticos por otro. Cada partido político por su ruta. Dentro del propio partido del presidente, Morena, los Porfiristas por un camino y la gente de M. Delgado , por otro. Grupos de Gobernadores que no comulgan con la política de AMLO por un lado, grupos de gobernantes simpatizantes de él por otro. Empresarios alegados al Presidente por un sendero y los radicalmente distanciados de Andrés Manuel, por otro . Veo un México muy dividido.
Decía la pedagoga española Nélida S, : “Quien siembre vientos, cosechará tempestades”.
El país se divide más día a día, sembrándose vientos en cada rincón de nuestra Patria, de seguir así, los mexicanos cosecharemos tempestades.
Aún estamos a tiempo de dar un giro y sembrar paz, unidad, justicia, valores, respeto, tolerancia, diálogo… para que mañana cosechemos equilibro sociopolítico, económico y la unidad nacional.
