Lansing, Michigan. – (Agencias) La Junta Electoral estatal de Michigan declaró legal y oficialmente valido el escrutinio de los votos de la elección presidencial este lunes, rechazado la presión de Trump que trataba de retrasar el proceso, y allanó el camino para que Biden se lleve los 16 votos al Colegio Electoral.
El resultado de Michigan es uno de los mayores reveses de Trump en estas elecciones. Trump había intervenido personalmente en el proceso electoral del estado. Apoyó a los funcionarios republicanos que hicieron afirmaciones falsas sobre la integridad de la votación.
Terminó invitando a los legisladores republicanos locales a la Casa Blanca para tratar de obligarlos a intervenir en la búsqueda de revertir el triunfo de Biden. Los legisladores declararon a la salida de la reunión, que permitirían que el proceso de certificación se llevara a cabo.
El Informe de la Ofician Estatal de Elecciones, colocaba a Biden a la cabeza de la elección con 154,000 voto por arriba de Trump. La Junta del Estado de Michigan, conformada por 2 representantes demócratas y 2 republicanos, declaró la validez del escrutinio con 3 votos a favor y una abstención, la del republicano Norman Shinkle.
Chris Thomas, exdirector de la Oficina Estatal de Elecciones y asesor especial para de la Ciudad de Detroit para las elecciones del 2020, dijo que la Junta solo tenía que certificar la elección de Detroit, ya que los 83 empleados del condado había investigado los resultados.
Cuando Shinkle intentó aplazar la sesión sin votar, Thomas dijo que no existía razón de irse a casa sin hacer el trabajo. “Usted es el final del proceso. Tienes ganador y perdedor, no tienes más. No todo mundo recibe un trofeo”.
Conforme avanzaba la reunión de la Junta, quedó claro que el otro representante republicano, Aaron Van Langevelde, se inclinaba por la certificación. Varias veces preguntó si la Junta tenía autoridad legal para hacer algo fuera de la certificación.
Con la certificación, se entrega a Biden oficialmente uno de los estados llamados “campos de batalla” por lo cerrado de las encuestas. Trump se los había arrebatado a los demócratas hacía cuatro años.
También, desecha los esfuerzos legales y políticos de Trump para anular los resultados con afirmaciones falsas de fraude y esfuerzos para retrasar la certificación.
El proceso de este lunes, siguió a una semana dramática electoralmente en Michigan. Empezó con la Junta de Encuestadores del condado de Wayne, donde se estancó el proceso de certificación por pequeñas discrepancias.
La representante republicana, Monica Palmer, sugirió se certificara los resultados sin incluir a la ciudad de Detroit, donde los electores, muchos de ellos afroamericanos, le dieron el 94% de sus votos a Biden.
Después de varias horas de discusiones y reclamos de los indignados votantes que seguían en vivo el debate, la Junta votó unánimemente la certificación.
Para satisfacer a Monica Palmer y William Hartmann, al otro representante republicano, la secretaria de Estado de Michigan, Jocelyn Benson, acordó llevar a cabo una auditoría independiente de los resultados.
Esa misma noche, Palmer y Hartmann, recibieron una llamada de Trump. Al día siguiente intentaron rescindir sus firmas, argumentando haber sido engañados con la promesa de la auditoria. Sin embargo, no tuvieron éxito en sus reclamos.