Washington, D.C. – (Agencias) El avance en la tecnología cibernética de uso militar ha provocado el regreso de la guerra fría, si es que alguna vez se fue. El país más poderosos en economía y uso de tecnología militar, Estados Unidos, ha gastado en los últimos años miles de millones de dólares en sus ciberdefensas.
Para este objetivo, el Gobierno de Estados Unidos construyó una gigantesca sala de ciberguerra en Fort Meade, Maryland para el Comando Cibernético de los Estados Unidos.
Desde ahí, el sistema Einstein, para darle un aire de genio, basado en una red de sensores defensivos distribuidos por todo el país, vigila los ataques en el espacio cibernético del país.
Ha quedado claro que el ataque de agentes rusos a los sistemas del Departamento del Tesoro y el de Comercio, más una empresa privada de seguridad, se encuentra entre los más grandes fracasos de la inteligencia de Estados Unidos.
Detectado desde primavera y por una empresa privada de seguridad cibernética, el ataque ruso extrajo de la empresa privada las llaves para entrar a los sistema de sus clientes, entre ellos el gobierno.
Einstein se perdió, porque los hacker rusos usaron una brillantísima estrategia. Mientras las agencias de seguridad se concentraban en otro punto, las elecciones, los rusos atacaron dependencias del gobierno de alta seguridad, como lo es el Tesoro y Comercio.
La estrategia estadounidense “del Defender hacia adelante”, que inserta “bollas” en las redes de sus enemigos que avisan ataques lanzados y proporciona una plataforma de contrataque, significo poca o nada disuasión para los rusos.
Los rusos han avanzado a pazos agigantados su conocimiento en el espacio cibernético desde la década de los noventa cuando lazaron un ataque contra el Departamento de Defensa llamado Moonlight Maze.
Robert C. O´Brien, el asesor se Seguridad Nacional, regresó inmediatamente de su viaje a Medio Oriente y Europa, para evaluar la situación y tratar de reducir los daños.
Preguntando si el Departamento de Defensa si tenía pruebas de lo comprometido, Christopher C. Miller, dijo que “no, toda vía no, pero obviamente estamos observándolo de cerca”.
Lo que está claro, que el Departamento de Defensa es una de las muchas agencias que hicieron uso del software del que Rusia se aburrió.
La guerra fría regresó y ya inició su segunda era, la era de la guerra en el espacio cibernético. Las armas: las instrucciones convertidas en misiles conta las defensas de los sistemas en red.
En septiembre, mientras el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunciaba una tregua en las “batallas en gran escala” de la esfera digital, el nuevo campo de batalla de la Guerra Fría, el más dañino últimamente, una de sus principales agencias había tenido éxito en entrar a la larga y compleja cadena de suministros de software que depende todo el gobierno de Estados Unidos.
El senador demócrata, Richard Blumenthal, escribió “impresionante” el martes por la noche. «La reunión clasificada de hoy sobre el ciberataque de Rusia me dejó profundamente alarmado, de hecho, francamente asustado. Los estadounidenses merecen saber lo que está pasando».