Buenos Aires, Argentina. – (Agencias) Carlos Menem gobernó Argentina entre 1989 y 1999. Su mandato se caracterizó por el modelo económico libremercadista, marcado por la ley que equiparó la moneda local al dólar, las privatizaciones, el aumento de la deuda externa y la pobreza, así como las numerosas acusaciones y causas de corrupción.
El expresidente argentino falleció a los 90 años a causa de una infección urinaria por la que permaneció hospitalizado durante las últimas dos semanas en una clínica de Buenos Aires.
Tras sufrir un fallo renal, los médicos tuvieron que inducirle un coma. Sin embargo, no logró recuperarse de su estado crítico.
Hijo de inmigrantes sirios, Carlos Saúl Menem nació el 2 de julio de 1930 en Anillaco, La Rioja, una de las provincias más pobres de Argentina, en la zona oeste del país.
Se formó como abogado y se adhirió en 1951 al movimiento político de orientación popular que encabezaba el entonces presidente Juan Domingo Perón (1946-1955), también conocido como justicialismo.
Con el regreso de Perón, que mantuvo la presidencia hasta su muerte en 1974, el riojano fue electo gobernador de su provincia natal, posición que ocupó hasta el inicio de la última dictadura militar (1976-1983).
Menem permaneció detenido bajo diferentes modalidades de prisión, principalmente domiciliaria, hasta 1981, y con el regreso definitivo de la democracia, obtuvo una segunda gobernación de La Rioja hasta 1989.
Luego de unas votaciones internas del peronismo en las que se impuso sorpresivamente sobre Antonio Cafiero, que era gobernador de la provincia de Buenos Aires, Menem ganó las elecciones presidenciales nacionales en 1989 frente al candidato del oficialismo, Eduardo Angeloz, de la Unión Cívica Radical (UCR), partido político que gobernaba el país de la mano de Raúl Alfonsín.
El peronismo volvía al poder después de 13 años en un contexto de crisis económica extrema, revueltas sociales e inestabilidad política como consecuencia de un proceso descontrolado de aumento de precios conocido como «hiperinflación», que llegó casi al 80%.
La pobreza aumentó 25% y alcanzó el récord histórico de 47,3% de la población. En un clima de saqueos y desesperación, el presidente saliente tuvo que adelantar las elecciones y terminar su mandato con cinco meses de anticipación, el 8 de julio de 1989.
Esto representó la primera transición democrática pacífica entre partidos políticos oponentes en la historia argentina, significó la primera victoria en las urnas del justicialismo después de la muerte de Perón y marcó el inicio de 10 años de Gobierno de Carlos Menem.