San Francisco, California. – (Agencias) Y se hizo al fin la compra de Twitter por 44,000 millones de dólares el jueves por la noche. Elon Musk cerró el acuerdo y se convirtió en el dueño de la plataforma de la red social, marcando un nueva era para Twitter, una de las redes más influyentes del mundo.
Tras adueñarse de la red, Musk llegó con la barredora y corrió a los altos ejecutivos comenzando por el director general, según informaron tres personas familiarizadas con la compra de manera anónima al diario The Washington Post, para poder hablar del asunto.
La barredora llegó desde Parag Agrawal, director general, siguió con el director financiero de la empresa, Ned Segal, y continúo con el jefe de política legal y de confianza, Vijaya Gadde y también Sean Edgett, el abogado general, de acuerdo con las fuentes. Todos fueron escoltados y sacados de las oficinas en San Francisco de manera presurosa.
Las acciones agresivas de Musk señalan su deseo de imponer su sello desde el mismo momento en que se adueño de la empresa. El nuevo dueño había lanzado duras criticas contra la administración saliente por sus decisiones en los productos y moderación de contenidos, además, había anunciado que restauraría la cuenta oficial de Donald Trump. Sin embargo, dijo, «Twitter obviamente no puede convertirse en un infierno de todos contra todos, donde se puede decir cualquier cosa sin consecuencias». Musk publicó el jueves que ofrece garantías a los anunciantes.
“El pájaro está liberado”, publicó en un tuit el mismo jueves Musk.
El cierre del trato puso fin a una sinuoso procesos de meses, donde el hombre más rico del mundo, según The Post, llevó a cabo una adquisición hostil para adueñarse de Twitter a un precio inflado, solo para después incumplir el trato y entrar a un amargo pleito legal con su futura empresa. Pero en lis últimos días Musk parecía haberse resignado, e incluso mostrando entusiasmo por la adquisición.
El miércoles pasado, Musk se presentó en las oficinas del conglomerado cargando un fregadero para enviar el mensaje de que debería “asimilarse” que se convertiría en jefe, según publicó en un tuit con una foto para sus más de 100 millones de seguidores. También ha planeado realizar una asamblea con toda la empresa el viernes. Se espera que Twitter se convierta privado el viernes, disolviendo la junta directiva actual y cerrando la cotización pública de sus acciones.
La adquisición de la empresa pone a Musk al frente de una de las plataformas de comunicación más poderosas en el mundo, a pocos días de las importantes elecciones en Estados Unidos y Brasil. El multimillonario, un magnate del transporte, director general de Tesla y SpaceX, ha ofrecido algunas pista de los que será la red de ahora en adelante.
Sugirió que aflojaría los estándares de vigilancia de contenido dañino como la desinformación y los mensajes de odio. Musk había denunciado la llamada censura por parte de la empresa de la red social. Personajes influyentes de derecha, que celebraron la compra de Musk el jueves por la noche, vieron aumentar a sus seguidores desde el anuncio de la adquisición.
“El pájaro es libre, ahora liberen a la CABRA”, tuiteó la representante por Colorado, el republicano Lauren Boebert, etiquetando a @realdonaldtrump. El acrónimo significa «el más grande de todos los tiempos».
Musk había criticado duramente a la empresa y apoyado a los ataques a sus directivos. Ha dicho a sus posibles socios, que pretende despedir al 75% de los empleados y apoyarse en nuevas oportunidades comerciales, incluida la suscripción de personas a contenido exclusivo de personas populares e influyentes en la plataforma.
Musk es un empresario diferente al cofundador de Twitter y ahora exdirector ejecutivo, Jack Dorsey, o al ahora su rival de Facebook, Marc Zuckerberg, quienes se han mantenido políticamente neutrales. Musk ha declarado públicamente que votará por los republicanos en las elecciones intermedias a celebrarse en noviembre y se inclina en apoyar al derechista gobernador de Florida, Ron DeSants para la presidencia en 2024. También ha hecho declaraciones sobre Taiwán y la guerra de Ucrania.
Dentro de Twitter, la llegada de Musk ha sido recibida con resentimiento y consternación, aunque su visita el miércoles dejó algunas esperanzas. Esas esperanzas se desvanecieron rápidamente con los despidos de altos ejecutivos de mucho tiempo, que habían contado con la confianza del personal existente.
