Son las 5:50 pm de la tarde, el sol empieza a caer y algo me impulsa a tomar mi computador y escribir ese sentimiento que me embarga, esta noche será nochebuena y mañana será navidad, pero esta vez no se siente igual, hay algo en el ambiente que no me permite estar en paz, algo que se asoma en cada pensamiento durante ya casi todo el día.
Hoy no viaje a casa de mi hermana como todos los años, lugar que después de la partida de nuestros padres se convirtió en el punto de reunión de mis hermanos y nuestras familias, donde cada nochebuena recordamos con alegría los tiempos pasados y agradecemos por todo lo que la vida nos ha dado, por años esta ha sido la noche en que vivimos con alegría las enseñanzas de amor y fraternidad que nos dejaron nuestros padres.
Hoy es una noche muy diferente, ha sido un año sumamente duro, nos ha arrebatado tantas cosas y nos ha regalado otras, hoy nuestra noche quizás no sea tan buena, ni tendremos una blanca navidad, quizás por única vez en la vida no sucumbamos ante la mercadotecnia, disfrazando amor por presentes materiales, esta navidad no será definitivamente una blanca navidad, por que no se puede ver a través de un muro por mas blanco o adornado que este se encuentre; hoy viviremos una “Navidad de Cristal” por que todo lo que hemos pasado nos obliga a ello, nos obliga a ser trasparentes, a dejar de cegarnos con las luces multicolores para no ver la enorme necesidad que hay a nuestro alrededor, nos invita a no ensordecernos con los canticos y villancicos y no escuchar los gritos de ayuda de nuestros semejantes y ni pensar que una moneda o una cobija en la mano de un menesteroso justifica toda una vida de indiferencia ante los desposeídos.
Tienen razón los que dicen que hoy tendremos sillas vacías en nuestra mesa, por tantos que han partido a otro plano espiritual, por supuesto que nos duele no tenerlos a lado pero si queremos honrar su memoria y demostrales cuanto les amamos, no debemos permitir que esta pandemia nos atrape en sus garras de miedo y terror; aprovechemos lo que nos enseñaron pensando que varias de esas sillas también estarán vacías por que a quien amamos se encuentran en casa, feliz y a salvo y muy seguramente agradeciendo a Dios por un día mas y rezando por cada uno de nosotros.
Hoy tenemos la enorme oportunidad de poner a prueba nuestra naturaleza generosa, mostrar cuanto podemos amar y hasta que punto somos capaces de sacrificar por amor, una reunión familiar tan importante como la nochebuena, el día de hoy no puede ser igual a años pasados, hoy vivamos una navidad de cristal, una navidad donde podamos ver a través de ella, de manera clara y pura cuanto amamos a nuestra familia y amigos, donde por amor veamos y escuchemos por primera vez la voz de nuestro corazón, de nuestra conciencia y demos generosamente lo único que este mundo necesita realmente para salir avante. AMOR
