Río de Janeiro, Brasil. – (Agencias) Mientras países como España o Francia, en el hemisferio norte, sufren una ola de calor inesperada, en el hemisferio sur, en Brasil específicamente, azota una ola de frio que les permite hacer muñecos de nieve, producto de la tormenta Yakecan.
Esta semana, el país conoció una ola de frío sin precedentes con récords de temperaturas bajo cero, vientos y fuertes nevadas. Se prevé que las temperaturas empiecen a subir durante el fin de semana.
En el estado de Santa Catarina, los termómetros han llegado a cinco grados bajo cero con varios municipios cubiertos de nieve, para alegría de los más pequeños y sorpresa de los adultos.
A principios de la semana, las autoridades de Rio Grande do Soul se vieron obligados a ordenar el cierre de los edificios públicos y a suspender las clases debido al mal tiempo. Cerca de 180,000 hogares se quedaron sin servicio de electricidad.
También en el oeste de Río de Janeiro, a principios de semana, una feroz tormenta de granizo asustó a los habitantes, acostumbrados a un clima mucho más benigno.
En la playa de Copacabana, extrañamente desierta, la bandera roja de peligro ondea debido al fuerte viento y a olas de hasta cuatro metros de altura.
La tormenta se formó el lunes cerca de la costa de Rio Grande do Sul. El movimiento del ciclón hacia el continente provocó rachas de viento muy fuertes en los estados de Rio Grande do Sul y Santa Catarina entre el martes y el miércoles.
El martes, se registraron nevadas en zonas de las Sierras Gaúcha y Catarinense y también en el sur de Paraná. La tormenta también favoreció la intensificación de una fuerte masa de aire frío en el continente, y a partir del miércoles, las temperaturas comenzaron a bajar con mayor intensidad.
La tarde del miércoles fue récord en Sao Paulo, con la temperatura máxima más baja para el mes de mayo desde 1961, con 12.3°C.
El jueves, las temperaturas siguieron bajando en la mayor parte de Brasil, incluyendo zonas de las regiones Norte y Noroeste. El día registró temperaturas récord en el Distrito Federal, con solo 1.4°C, la temperatura más baja registrada por el Instituto Nacional de Meteorología en el Distrito Federal desde el inicio de las mediciones en 1963.
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«En otoño, es natural que las masas de aire polar procedentes de la región antártica se acerquen al ecuador, bajando las temperaturas», explicó al diario France 24 el meteorólogo brasileño Josélia Pegorim. «Pero en combinación con la tormenta Yakecan, que está relativamente estancada debido a su inusual configuración atmosférica, se ha creado una especie de barrera que deja a las masas de aire frío algo atrapadas dentro del país».
El fenómeno tampoco puede ser aislado del calentamiento global, que desequilibra los movimientos de masas de aire. «Lo que permite que las masas de aire se desplacen es la diferencia de temperatura entre los trópicos y los polos», explicó el meteorólogo Giovanni Dolif al canal de televisión brasileño Globo. «Pero las temperaturas en la Antártida no aumentan tanto como en el cinturón tropical, como en Brasil. Así que el movimiento de estas masas se intensifica para intentar compensar el desequilibrio, dando lugar a vientos más fuertes, tormentas y olas de frío en lugares donde antes no existían».
