Nueva York, Nueva York. – (Agencias) En un caso donde surge una historia de maltrato y de acusaciones de abuso doméstico, la muerte de una niña de 7 años, Julissia Batties, en el Bronx, está siendo objeto de una intensa investigación.
Los agentes están analizando si la agresión de su medio hermano, un adolescente de 17 años, la mató. Y, ¿Por qué los funcionarios de la ciudad la regresaron al cuidado de su mamá, después de haberle quitado la custodia a pocos días de su nacimiento?
De acuerdo con las autoridades, la policía atendió un llamado del 911 el martes por la mañana, proveniente de los departamentos J. P. Mitchel Houses , en Alexander Av., en el Bronx.
Al llegar, los paramédicos encontraron a Julissia tendida sobre un sofá. La niña fue trasladada de urgencia al Hospital Lincoln.
De acuerdo con el reporte del médico, Julissia no tenía pulso y tenía las pupilas dilatadas cuando llegó al hospital. Al parecer sufrió un traumatismo en el rostro y en el lado derecho del cuerpo. Murió poco después.
De acuerdo con fuentes oficiales, Navasia Jones, de 35 años y madre de Julissia, le dijo a la enfermera que atendió el caso, que cuando se despertó, como a las 5 a.m. del martes, Julissia estaba vomitando en el baño y orinándose en sus pantalones.
Según el relato de Jones, Julissia se desmayó y se golpeó la cabeza. En ese momento, ella y su hijo adolescente, de 17 años, la llevaron a la recámara.
Pero no paraba de vomitar y de orinarse. Volvió a desmayarse y a golpearse la cabeza, dijo la mamá a la enfermera.
En un momento, la mamá y el hijo adolescente llevaron a la sala a Julissia a sentarla frente a un ventilador, donde trataron de revivirla mientras llamaban al 911. Se registró la llamada a las 8:12 a.m., al parecer tardaron demasiado en hacer la llamada.
Sin embargo, el medio hermano proporcionó otra versión de los hechos. Dijo que Julissia se la pasó comiendo bocadillos toda la noche y que alrededor de las 5 a.m. la encontró vomitando en su dormitorio.
Dijo que en ese momento le reclamó y que le dio dos puñetazos en la cara y que Julissia se levantó y se dirigió al baño a seguir vomitando, y fue, entonces, que se cayó.
Luego, él y su madre la llevaron al sofá, donde se quedó dormida. La madre salió a la tienda, como lo hace diariamente a esa hora, declaró a los agentes.
Cuando regresó su madre, notaron que Julissia se estaba atragantando y sus manos se empezaron a poner blancas.
En ese momento, declaró el hijo adolescente, su madre salió corriendo a pedir ayuda a los vecinos, pidiendo que alguien marcara el 911, porque no salían llamadas desde el teléfono de su departamento.
Pero, más tarde, el adolescente confesó a los agentes que habían sido ocho, y no dos puñetazos, lo que le dio a Julissia y que los arañazos que traía eran de sus uñas.
También confesó que ya la había golpeado dos o una semana antes y que le puso el ojo morado, lo que la madre trató de encubrir cuando fue interrogada por la Administración de Servicios para Niños (ACS). Jones les dijo que su hijo de 2 años la había golpeado con una pistola de juguete.
La causa de la muerte no ha sido determinada. Julissia, según documentos judiciales, había pasado la mayor parte de su vida con su abuela paterna. Jones había perdido la custodia después de nacer en abril de 2014.
Julissia vivió con su abuela hasta abril de 2020, cuando la ACS de la ciudad aparentemente determinó que Jones estaba en condiciones de criarla.
Una portavoz de ACS se negó a discutir detalles del caso, pero dijo que la agencia está investigando junto con el Departamento de Policía de Nueva York.