Washington, D.C. – (Agencias) Washington se convirtió en el escenario del acto del final de Trump en el cargo. No dispuesto a ceder el centro de atención o de fantasía, Trump transformo el día de la victoria de los demócratas en el día de su desafío.
En el acto de desagravio con sus seguidores, a los que convocó a su patio trasero, desafió al sistema político de los Estados Unidos.
“No dejaremos el trabajo. Nunca lo cederemos. No sucede”, dijo Trump, a sus acérrimos fans detrás de la Casa Blanca, en el Monolito. Lo que cancela la posibilidad de un cierre convencional de su cargo.
El acto, de acuerdo The New York Times, lleno de bravura y falsedad, fue un apropiado final para su administración. Trump se refirió al número de seguidores en el mitin, al igual que él obsesionados con la toma posesión como hace cuatro años.
Continúa presionando a su vicepresidente Mike Pence, quien ha rechazado sus intentos de bloquear la certificación de Biden como presidente electo el miércoles en su papel de presidente oficial del Senado.
“Acabo de hablar con Mike”, dijo Trump a la multitud. “Espero que Mike haga lo correcto. Eso espero. Eso espero. Porque si Mike Pence hace lo correcto, ya ganamos las elecciones”.
El martes por la noche, de acuerdo con los asistentes, Trump se la pasó viendo como ganaba el reverendo Raphael Warnock, demócrata, a la senadora republicana, Kelly Loeffler, y como Jon Ossoff, el otro demócrata, lideraba la cerrada contienda.
Mientras pasaban el recuento por la televisión, Trump revisaba un informe de Pence, donde le explicaba que no tenía autoridad para intervenir y cambiar el escrutinio del Colegio Electoral, según relataron al NYTimes.
El miércoles, Trump aceptó que perdieron sus candidatos republicanos en Georgia, comentándoles a sus seguidores que “nunca tuvieron oportunidad”.
Si la proyección del triunfo de los demócratas en Georgia se cumple, Biden tendría el control de las dos Cámaras. La derrota para muchos de los republicanos georgianos fue culpa de los tímidos esfuerzos de presidente al nombrar a los candidatos para la segunda vuelta.
Trump, que no pudo ganar la elección y no tiene la intención de dejar los rencores personales por el bien del partido, ha optado como lo ha hecho siempre que se siente acorralado, para distraer, sube al escenario a su oponente.
Sin embargo, la manifestación de Trump será solapada con una reunión de mayor importancia al otro lado del National Mall.
El Congreso de Estados Unidos, las Cámaras conjuntas, calificará la elección de Biden, a pesar de la oposición de los legisladores republicanos, considerada mundana y mero espectáculo, rechazada por un gran número de republicanos y condenada al fracaso.
La sesión se irá hasta altas horas de la noche por el procedimiento. Al haber oposición, deberá abrirse el debate lo que puede tardar horas para calificar la elección. El relato de una victoria anunciada.
