El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se equivocó al criminalizara a los seis jóvenes estudiantes de medicina que fueron asesinados en Celaya, Guanajuato.
A unas horas de localizar los cuerpos en un automóvil, López Obrador aseguró que los hechos estaban relacionados con la compraventa de drogas; sin embargo, fueron revelados los resultados de los exámenes toxicológicos practicados a las víctimas, los cuales son todos negativos.
Eso quiere decir que Giovanni Juárez Figueroa, José Eduardo Freire Ortega, Bryan Jesús Amoles Gasca, los hermanos Jesús Virgilio y Fabián Orozco Mateos, y su primo Pedro Francisco Mateos Puente, hallados en un camino de terracería que va a la comunidad de Santiago de la Cruz, no consumían drogas.
Fabiola Mateos, madre de dos de los seis estudiantes asesinados exigió a López Obrador que “rectifique y aclare la información que brindo durante unas conferencias.
“El señor habló sin elementos, los revictimizó, no entiendo cómo la máxima autoridad de esta nación hace eso, con todos los elementos en la mano puedo decir que se les hizo el examen toxicológico a mis hijos y al resto de los jóvenes que desgraciadamente perdieron la vida, y salió negativo”, reclamó.
“Ninguno de los jóvenes que iba en ese carro tiene rastros de que en algún momento hayan consumido algún tipo de droga” manifestó.
