Opinión

NO ES MEDELLÍN, COLOMBIA; ES GUANAJUATO

Al mismo estilo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, el crimen organizado arrodilla a Guanajuato.

En Salamanca, el propietario y gerente de un restaurante-bar, recibieron un paquete que fue entregado a través del servicio de moto envío.

Aparentemente se trataba de un regalo. La caja estaba adornada con globos y serpentinas, y al abrirlo explotó, dejando como saldo dos muertos y cinco lesionados.  

Por su parte, el presidente Andrés Manuel LópezObrador informó que, por tratarse de explosivos, la investigación se realizará por parte de la Fiscalía General de la República. 

Es evidente que en México la violencia y el crimen organizado escalan día con día, y entidades que vivan en una aparente calma, como Guanajuato, hoy tienen situaciones como las que alguna vez sufrió Colombia. 

En el año 1986 los primeros explosivos únicamente ocasionaron daños materiales, pero ante la opacidad del gobierno, el cartel de Medellín pudo perfeccionar su maldad matando con bombas a 402 colombianos y lesionar a mil 710.  

El crimen organizado y el terrorismo no tienen nacionalidad, ni tampoco son de un cartel en específico.

El presidente debe reaccionar con la gravedad que el asunto requiere, y aceptar que actos como este son el referente de que la seguridad ocupa mayor atención.  

FRONTERA EN CRISIS  

Mientras las autoridades de México y Estados Unidos determinan qué hacer con los miles de migrantes acampando en Coahuila y Texas, la crisis continua. 

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, hablo telefónicamente de esta emergencia con el secretario de Estado americano, Antony Blinken. 

“La conversión versó sobre este tema en particular y la necesidad de una respuesta regional, no sólo sobre este flujo que ha atravesado todos los países de América Latina», señaló el canciller.  

El asunto es que la llamada se desarrolla de una manera muy respetuosa y solemne, pero poco resuelvea la emergencia que crece conforme pasan las horas. 

Mientras estos enlaces se hacen, los casi 20 mil haitianos continúan acampando en suelo coahuilense sin comida, sin techo y sin atención médica.  

Mujeres embarazadas y niños son la población másvulnerable, pero en este mar de gente también hay delincuentes que huyen de la justicia de su país y que hoy se han instalado en municipios de nuestra entidad.

Mientras los más altos funcionarios de ambos países terminan de saludarse, los habitantes de ambas fronteras se deben cuidar minuciosamente.