Religión

Obispos de Colombia: Vacunación contra COVID19 es altamente recomendable

Foto referencial. Crédito: Pixabay


Los obispos de Colombia publicaron el texto “Consideraciones bioéticas en torno a la vacuna contra el Coronavirus”, en el que se afirma que si bien la vacunación es voluntaria, esta es “altamente recomendable” para cuidar “la propia salud y la de los demás”.

El texto escrito por Mons. Alejandro Díaz García, sacerdote de la Arquidiócesis de Bogotá, fue publicado en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) el 18 de enero. Según el presidente de la CEC, Mons. Óscar Urbina Ortega, el documento busca “promover a nivel doctrinal, ético y pastoral, que las personas acudan a la vacunación como un compromiso con el bien común, protegiendo la salud propia y la de los hermanos”.

Mons. Díaz indica que si bien “la vacunación debe ser voluntaria” y nadie puede ser obligado, la expansión de la pandemia y las difíciles circunstancias actuales “imponen más que nunca un sentido de responsabilidad con el bien común, obligando a que toda persona adopte las medidas adecuadas para evitar ser objeto de contagio o contagiar a otros”.

El sacerdote refiere que la vacuna no solo beneficia a la persona que la recibe sino que “sería un signo de consideración y solidaridad con el bien de la humanidad, un acto claro de caridad social y contribuiría a la labor de inmunización de la población interesada, condición necesaria para la erradicación de cualquier enfermedad infecciosa y contagiosa”.

“Por esto, el recurso a la vacunación es altamente recomendable, máxime para aquellos que, movidos por la fe en Jesucristo, promueven en toda circunstancia la dignidad de la persona y el cuidado de la casa-común, consideran la entera sociedad como la gran familia humana y luchan por favorecer a los más necesitados”, resalta.

Sobre las vacunas que puedan tener en su desarrollo líneas celulares procedentes de fetos abortados, Mons. Díaz afirma que “la urgencia de prevenir un peligro grave para la salud y la cooperación material remota que este acto implicaría, justificarían la licitud de este recurso”.

“Sin embargo, si llegara a ser posible el acceso a una vacuna éticamente menos reprochable, su elección obligaría a la conciencia cristiana. Esta posición de ninguna manera significa aceptar el uso de embriones o fetos humanos como objeto de experimentación, mucho menos la práctica del aborto”, agrega.

El sacerdote destaca asimismo que es importante que los gobiernos y los responsables del sistema de vacunación realicen la distribución de modo ético, evitando tentaciones como “la mercantilización, la politización y la corrupción” a partir de “los principios de justicia, solidaridad, inclusión y transparencia”.

Tras alentar a cuidar de los más vulnerables, Mons. Díaz alienta a los fieles a confiar en la comunidad científica, evitando negacionismos infundados y conductas irresponsables que pongan en riesgo la salud pública”.

“La gestión de esta crisis es la oportunidad no solo para demostrar los valores que nos unen, sino también para sentar las bases de un país más justo y solidario”, concluye.

Información totalmente adquirida de nuestros amigos del grupo ACI Prensa