Opinión

OMICRON PONE AL PLANETA DE CABEZA

Desde que llegó a nuestras vidas la pandemia de Sars-Cov2, no habíamos visto tanto pánico en el mundo.   

La OMS anunció el fin de semana el riesgo y peligro que representa la nueva cepa, y el nuevo monstruo quelos científicos deben descifrar y conocer para poder atacar. 

¿Qué sabemos? Se detectó en Sudáfrica, se propaga rápido y está distribuida ya por todos los continentes.    

Nos dicen: ¡No caigan en pánico! Y ese mismo día se cayó la bolsa de valores y se cerraron fronteras.   

La pregunta del millón será si es posible que esta variante sea resistente a la vacuna del Covid-19 original, y si hay necesidad de regresar al proceso que tan mal nos cae: sana distancia, cubre bocas y confinamiento.

Pfizer lleva un paso adelante, y mediante un comunicado pidió al mundo tres meses para tener lista la nueva vacuna y atacar al Ómicron.   

Ahí es en donde digo… ¡Ya nos cargó el payaso!  

En México, la vacunación parece ser un proceso eterno, la secretaria de Salud está a años luz deconcluirlo, y mientras tanto, se habla de reiniciar la vacunación ante la nueva amenaza.   

Es desesperante ver cómo nuestros vecinos de EUA ya están en la tercera dosis de la vacuna, y sobre todo allá ya han vacunado a los niños de todas las edades.   

Aquí el presidente Andrés Manuel López Obrador dice que no es necesario: “los niños se enferman poco y casi no se mueren”. ¡Lo sé! El “casi no se muere” se escucha horrible, pero es un hecho que nuestro presidente se muestra insensible en temas tan delicados como la niñez, y si no me creen sólo basta con voltear a ver la lucha de los padres de los niños con cáncer.   

Esa ha sido la especialidad de la casa, disminuir los temas que no le interesan y hacer un mitote enorme con los que considera trascendentes.   

Entonces a los mexicanos   nos resta esperar a que se presente el primer caso y de ahí, nos toca enfrentar al Ómicron nada más con la bendición de Dios.