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Parásito mortal de “pies descalzos” se multiplica en Rancho Vista

El parásito intestinal es conocido por su nombre científico, Strongyloides

Austin, Texas. – (Agencias) Uno de los parásito mortales y extraños, por su manera de entrar al cuerpo humano, amenaza con expandirse entre la comunidad de Rancho Vista, en el estado de Texas. al sur de Estados Unidos.

Verónica Reyes Ibarra, una residente de este poblado, recibió una carta con el logo de una prestigiosa universidad en la parte superior derecha. Ella, llamó a la familia emocionada. “Miren chicos, creo que llegó mi beca”.

Mónica y Verónica Reyes Ibarra (de izq. a der.)

Comenzó a leerla, sin embargo, al darse cuenta del contenido dejó de hacerlo.  

«Utilizando un análisis de sangre de diagnóstico de investigación», decía la carta, «hemos determinado que puede haber sido infectada con un parásito». La carta terminaba aconsejando a Reyes Ibarra que buscara tratamiento médico.

El resultado amenazante de los análisis de sangre de Verónica, así como el de 15 personas más, fue parte de una investigación académica en el que se pidió muestras de sangre y heces a la comunidad. Entre los diagnosticados está una mujer embarazada y un niño de 2 años.

Strongyloides stercolaris: características, ciclo vital, síntomas
Strongyloides

El parásito intestinal es conocido por su nombre científico, Strongyloides. Habita en las entrañas de humanos y animales, y sus larvas son expulsadas durante la defecación.

Las larvas pueden contaminar el suelo con aguas residuales y pueden durar hasta tres semanas latentes. La larva puede atravesar la piel de quien la pise descalzo, ingresar a la corriente sanguínea, luego a los pulmones y ascender a la tráquea, donde se tose y luego se traga.

Strongyloides puede sobrevivir sin ser detectado en humanos durante décadas, produciendo generación tras generación. Pero en ciertos momentos, como cuando el anfitrión está tomando esteroides, pueden volverse mortales.

El parásito mortal que penetra los pies descalzos y que empieza a  multiplicarse en EEUU
Tuberías de drenaje de agua en la comunidad de Rancho Vista. 
Las hermanas Reyes Ibarra dicen que esta área es propensa a inundaciones y agua estancada durante las fuertes lluvias.  (Fotografía: Miguel Gutierrez Jr./The Guardian)

Tras la difusión de los resultados se publicó un artículo sobre la comunidad de Verónica cono parte de la investigación. Pero las infecciones se han mantenido fuera del radar, en parte porque las investigaciones preservaron el anonimato de los participantes.

Ahora, Verónica y su hermana están compartiendo su historia junto con los demás vecinos. Dicen que nadie está prestando la atención necesaria a esta peligrosa situación, además, de que no ha habido una intención seria para eliminar al Strongyloides.

Otra de las razones que los investigadores encontraron, es que este grupo se encuentra en una condición crucial, pero a menudo pasada por alto, la intensa pobreza en Estados Unidos sujeta a terribles fallas en el sistema sanitario.

Mónica Reyes Ibarra señala un área del jardín de su padre que es propensa a inundarse durante las fuertes lluvias. Fotografía: Miguel Gutierrez Jr./The Guardian

Mónica, la hermana de Verónica, dijo que siente “que todos se han estado pasando la pelota en este asunto, solo porque el vecindario es de bajos recursos”.

Si los parásitos se hubieran encontrado “en cualquier otro vecindario, incluso al otro lado de la frontera del condado donde hay personas de otras razas, habría un alboroto”, dijo.

Su comunidad se llama Rancho Vista, ubicada a menos de una hora de Austin, la capital de Texas. Comprende alrededor de 400 hogares en un pequeño número de calles, y muchos de sus habitantes son mexicoamericanos o inmigrantes de México. 

El parásito mortal que penetra los pies descalzos y que empieza a  multiplicarse en EEUU

A menudo, trabajan en campos con salarios más bajos, como la construcción o la jardinería, haciendo malabares con varios trabajos y han construido sus vidas desde cero en Rancho Vista, a veces literalmente.

Los residentes dicen que a pesar de pagar sus impuestos, la comunidad lucha contra jaurías de perros callejeros, que pueden jugar un papel importante en el ciclo de vida del parásito, y remolinos de basura producidos por el viento se cruzan entre las calles. El olor de aguas residuales flota con la brisa nocturna.

«Se siente como si estuviéramos gritando en el vacío y nadie nos escucha», dijo Mónica.