Ya está descansando en paz…
Monseñor Francisco Raúl Villalobos Padilla, obispo emérito de la Diócesis de Saltillo, falleció esta noche del 3 de febrero en un hospital privado ubicado al norte de la capital de Coahuila, a la edad de 101 años.
El 27 de enero se confirmó que dio positivo a COVID-19, causa que, por disposición médica, obligó a su hospitalización este jueves a temprana hora para recibir atención especializada, dado que se complicó su estado de salud.
La Diócesis había informado que la noche anterior, miércoles 2 de febrero, el prelado tuvo dificultades para seguir indicaciones, y que su condición estaba siendo monitoreada las 24 horas del día, si bien no presentaba síntomas del contagio.
Incluso días atrás se informó que sus niveles de oxigenación eran más que aceptables y que se encontraba de buen humor.
No obstante, la Diócesis de Saltillo había solicitado a la feligresía orar por la recuperación del sacerdote, mismo que había cumplido 101 años de vida el 1 de febrero, bajo resguardo domiciliario.
Es por ello por lo que se realizaría una misa de acción de gracias el próximo sábado 5 del mes en curso, a las 12:00 horas, y que en su momento tuvo que ser aplazada a consecuencia de su confinamiento por Covid-19.
La celebración eucarística iba a ser transmitida mediante la página de Facebook Diócesis de Saltillo.
La Diócesis señaló que este viernes 4 de febrero dará a conocer detalles sobre los funerales del patriarca.
UNA VIDA CONSAGRADA A DIOS
Francisco Villalobos Padilla nació en Guadalajara, Jalisco, el 1 de febrero de 1921.
En 2022 cumpliría 72 años en el ministerio sacerdotal, y 51 como obispo.
Sus primeros 22 años como clérigo estuvo en la Diócesis de Guadalajara, y el resto en Saltillo.
Habían transcurrido 20 años desde la aceptación de su renuncia como obispo, que fue poco antes de llegar a los 80 de edad.
Villalobos Padilla ha sido uno de los servidores de Dios más queridos en la capital coahuilense.
Muchos lo recuerdan recorriendo a pie calles del centro de la ciudad, donde, con humildad y una sonrisa en el rostro, de buen humor, permitía que las personas se le acercaran a saludarlo, platicar con él, y pedirle su bendición… adicionalmente él solía dar “coscorrones episcopales”.
Era uno de los tres obispos más longevos de México, y todavía en tiempos recientes oficiaba misas, incluso en silla de ruedas, y pese a sus padecimientos e intervenciones quirúrgicas.
EL OBISPO BUENO
*El 3 de agosto de 2021 Francisco Villalobos Padilla cumplió 50 años de ser obispo.
*En octubre de 1975 asumió como obispo de la Diócesis de Saltillo, cuatro años después de a ver llegado procedente de Guadalajara, Jalisco.
*Tras 25 años, en marzo de 2000 se retiró y dejó el cargo a Raúl Vera López.
*Fue obispo emérito de la Diócesis de Saltillo durante 21 años.
*Sentó las bases para la creación de la Diócesis de Piedras Negras, organizó la catequesis, fundó el Seminario Menor, y ordenó a más de 100 sacerdotes.
*Se ganó el mote de “El obispo bueno” debido al amor que profesaba a la gente.
