Barcelona, Cataluña. – (Agencias) Era la tercera vez que Pere Aragonés se sometía a un debate de investidura y la primera parte de la sesión tenía un aire de procedimiento, escribió el medio catalán VilaWeb.
Pero bajo la aparente grisura ambiental de la obligatoriedad, se ha comenzado a abrir un cambio de etapa, detalla el medio catalán .
Durante demasiadas semanas Aragonés ha sido candidato, y a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) le urgía que ejerciera la presidencia.
La certeza de su elección de hoy, ha dado paso a un debate parlamentario sin grandes proclamas, ni estridencia alguna de las formas, casi amistosas, que anticipan el estado de ánimo de los próximos meses.
No sólo ha sido así con Albert Batet, una vez que ha terminado la tormenta negociadora de ERC y Junts per Catalunya (JxCat), sino, curiosamente, también con Salvador Illa del PSC.
Para VilaWeb, esto predice un cambio significativo en las relaciones entre el presidente y el jefe de la oposición, lejos de la dialéctica de los bloques en los últimos años del proceso independentista, a pesar de las discrepancias naturales.
Para empezar, un discurso corto, sin artificios retóricos ni frases grandilocuentes. Diseñado para durar media hora, sin largas referencias a la prometida labor del Gobierno que vendrá, ni siquiera resúmenes de los acuerdos de ERC con la CUP y Junts, sino de contenido desnudo.
Lo que será el 132º presidente de la Generalitat se refleja en Escocia como un desiderátum, a pesar de la conocida experiencia de octubre de 2017, en la que el Estado español recurrió a golpes de Estado y represión judicial y se quedó muy por debajo del estado democrático del Reino Unido.
Después de casi cuatro años, a Madrid le gustaría que Madrid respondiera a la demanda catalana de un referéndum acordado como hizo David Cameron con Alex Salmond.
Está convencido de que los escoceses, esta vez, volverán a triunfar y quieren intentarlo de nuevo con Cataluña.
Sin referencias iniciales al 11-S, y con dos menciones a presos políticos y exiliados, Aragonés ha defendido que el ejercicio del derecho de autodeterminación y la consecución de la amnistía deben hacerse «inevitables».
Mientras tanto, promete cuatro transformaciones: social, verde, feminista y democrática. Y gobernar para todos: un pueblo.
Y luego sí, réplicas en cada grupo. La médula ósea: «Lo que queremos conseguir, la independencia de Cataluña, necesita una mayor acumulación de fuerzas», respondió Aragonés a Junts.
El punto de partida, asumido por la CUP y JxCat, es el Acuerdo Nacional de Autodeterminación y Amnistía para «defender la necesidad de una confrontación cívica y pacífica que obligue al Estado a asumir la realidad negada hasta ahora».
«Cataluña irá a la mesa de negociaciones con toda la fuerza», ha añadido el futuro presidente, defendiendo el camino con el que se presenta «para hacer posible la culminación de la independencia de Cataluña».
Según Batet, Junts dará a la mesa de diálogo una «oportunidad sincera». Después de tres años de disputas, si algo ha demostrado el pacto alcanzado por ERC y JxCat, es que no se opone el camino del diálogo y la confrontación, argumenta JxCat,- sino «dos visiones complementarias».
