Londres, Inglaterra. – (Agencias) Entre abril y junio, la multimillonaria empresa petrolera obtuvo ganancias récord por 12.7 mil millones de dólares, y prometió repartir más de 7 mil millones entre los accionistas a medida que la petrolera se beneficiaba de aumento de los precios de los energéticos provocados por el conflicto en Ucrania.
El índice bursátil de referencia de la Bolsa de Valores de Londres (FTSE 100), obtuvo ganancias por 11.5 mil millones de dólares (£ 9.5 mil millones) durante el segundo trimestre, superando su máximo anterior, establecido en el primer trimestre del año, en un 26%. Las ganancias fueron más del doble que el mismo periodo en 2021.
Sin embargo, las enormes ganancias de Shell, BP y otras compañías petroleras y de gas contrastan con los hogares y gran parte del resto de la economía, que están lidiando con altísimos precios de la energía que ha provocado que la inflación se dispare a máximos de 40 años en el Reino Unido y en otros países de primer mundo, y que amenazan al mundo con una recesión.
La enorme ganancia de las compañías petroleras empujó al gobierno británico a establecer un impuesto a las ganancias inesperadas del 25% para redistribuir los altos ingresos, aunque algunos ministros conservadores han expresado su rechazo y están a favor de eliminarlo, más en estos momentos que se está llevando a cabo la campaña que elegirá a un nuevo primer ministro y su gabinete en el Reino Unido.
Dicho impuesto a las ganancias inesperadas, conocido como impuesto a las ganancias de energía, se aplicó a partir del 14 de julio, por lo que las ganancias del segundo semestre y los pagos a accionistas no se vieron afectados. Es decir, sigue la bonanza para Shell y sus accionistas, que se llevaron 7,400 millones de dólares en el primer trimestre del año y recibirán otros 6,000 millones de una recompra de acciones y 1,800 millones más en dividendos anunciados el martes
Shell informó a los accionistas que la empresa había experimentado “precios realizados más altos, márgenes de refinación más altos y un mayor comercio de gas y energéticos”, mientras los ciudadanos ven aumentos desmedidos en sus recibos.
Shell se vio afectada por la guerra de Ucrania puesto quem debidoa a las sanciones, tendrá que abadonar su parte en el proyecto de gas Sakhalin-2 asociado con la empresa rusa Gazprom. Los costos estimados por abandonar a Rusia son de 4,300 millones de dólares, poco más de un tercio de las ganacias quen obtuvieron en un trimestre en que las tropas rusas entraron a Ucrania.
La compañía ya había registrado costos por valor de 4,200 millones de dólares relacionado con su salida de Rusia, pero al ajustarse con el aumento están estimación quedó solo en 111 millones para el segundo semestre.
Shell dijo que esperaba que el ajustado mercado de la energía llegara para quedarse. Agregó 4,300 millones de dólares a sus ingresos atribuibles a los accionistas por el estimado de los precios más altos de lo esperado a medio y largo plazo, «reflejando los fundamentos actuales de la demanda y la oferta del mercado energético».
Ben van Beurden, director ejecutivo de Shell, reconoció los «enormes desafíos para los consumidores, los gobiernos y las empresas por igual» causados por los «mercados de energía volátiles», pero argumentó que la compañía está «utilizando nuestra fortaleza financiera para invertir en suministros de energía seguros que el mundo necesita hoy, tomando medidas reales y audaces para reducir las emisiones de carbón y transformar nuestra compañía para un futuro energético bajo en carbón».
De acuerdo con los registros seguidos por las organizaciones ambientalistas, Shell ha reducido el uso del carbón en la generación de la energía en apenas un 10%.
