Día tras día se suman feminicidios ocurridos en el estado de Nuevo León, uno detrás de otro, sin siquiera dar espacio a otorgarle a cada muerta la importancia que merece.
Apenas el 8 de marzo había personas asustadas por todo México porque durante las marchas y manifestaciones que se realizaron hubo daños a infraestructura pública; lamentablemente eso limpió en unas cuantas horas y las muertas se siguen acumulado.
La acción por parte de las autoridades es patética, lenta y poco sensible.
Están concentrados en el caso de Debanhi Escobar y ya los mataron a tres en la cara.
Las tres mujeres asesinadas durante esta semana desaparecieron todas después del caso de la joven de 18 años, pero la justicia neolonese se limitó a realizar una ficha de búsqueda y difundirla a través de Facebook.
Los familiares de las mujeres desaparecidas han tenido que encabezar y organizar sus propias búsquedas, pues los grupos especiales de reacción de esa entidad no dan soluciones.
Desafortunadamente en uno de los casos, el de María Jessica, también fue su familia quien la encontró a unas cuadras de su propia casa, envuelta en una cobija, semidesnuda, en estado de descomposición, y con huellas de violencia sexual.
Sólo puedo cerrar mi comentario con una parte del himno feminista “Canción Sin Miedo”:
A cada minuto, de cada semana
Nos roban amigas, nos matan hermanas
Destrozan sus cuerpos, los desaparecen
No olvide sus nombres, por favor, señor presidente.
