La última columna del 2022, si tuviéramos que calificarlo honestamente sería con un espantoso cero.
El 2022 que por fin concluye fue únicamente un año de sobrevivencia para todos los mexicanos.
Vámonos por partes: una economía en donde ya es prácticamente imposible estirar el sueldo para alcanzar la inflación.
Un año donde el coronavirus nos engañó con que se iba, pues únicamente negoció con otro montón de virus que desconocemos y habitan entre nosotros, y ahora nos damos cuenta de que nos enfermemos en manada y por temporadas, y sin la información necesaria para enfrentarlo.
En cuanto a la violencia, estamos viviendo años devastadores, desaparecidos, feminicidios y un territorio dominado por el narcotráfico.
Vamos a darle la cara a la realidad: fue un mal año, pero afortunadamente todo lo que inicia tiene que terminar y esta no será la excepción.
Vamos a concentrarnos en lo que viene, un año de recuperación económica y donde debemos elegir gobernador para nuestra querida entidad, Coahuila, decisión que marcará el rumbo de nuestros próximos seis años.
