El Episcopado Mexicano manifestó una vez más su preocupación por la violencia que atraviesa el País.
Mediante un comunicado señaló que los tiempos actuales son complejos y desafiantes.
Los representantes de la fe católica aseguran que México atraviesa, entre otras cosas, por pobreza
creciente y la destrucción del medio ambiente; la inseguridad y la violencia; el narcotráfico y la drogadicción; las extorsiones y los secuestros; los feminicidios y los miles de desaparecidos; los desplazamientos forzados de tantos migrantes, quienes, buscando una vida mejor, atraviesan el territorio nacional convertidos, tristemente, en mercancía humana; las amenazas a la democracia, la libertad religiosa y de expresión; la polarización ante las diversas propuestas políticas, alimentada, muchas veces, por quienes deben promover la unidad para el bien del país.
Después de plantear esta realidad, recuerdan que Jesús nos dice “no pierdan la paz ni se acobarden” (Juan14,27), palabras, según el Episcopado, que llenan de esperanza y llevan a ser sensibles frente a la situación actual y a no permanecer cruzados de brazos ante los problemas que afectan a todos.
Por su parte, el Papa Francisco propone no trabajar de manera aislada, sino hacer un trabajo de respuesta conjunta, comenzando por las familias, involucrando a las comunidades, las escuelas, las instituciones comunitarias, las comunidades políticas y las estructuras de seguridad.
