Almaty, Kazajistán, . (Agencias) El viernes, el presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, anunció que había dado la orden a sus tropas de disparar “a matar sin previo aviso” contra los “terroristas y criminales” armados que vandalizan las ciudades, tratando de controlar los disturbios que explotaron el fin de semana pasada, después del anuncio del aumento a los combustibles en el oeste del país, extendiéndose rápidamente a Almaty, la ciudad más grande.
La calma relativa volvió a Almaty, la ciudad más grande de Kazajstán y el centro de los disturbios recientes, y algunos residentes se aventuraron a salir por primera vez en varios días. Encontraron tiendas saqueadas, vidrios rotos y muchos autos quemados, con la atmósfera lúgubre intensificada por la espesa niebla que envolvía la ciudad.

La policía regresó a las calles principales por primera vez desde que los enfrentamientos se tornaron violentos y los manifestantes tomaron edificios gubernamentales. Los militares habían cerrado una plaza donde se produjeron enfrentamientos a principios de semana y, de vez en cuando, se oían disparos.
El Ministerio del Interior ha dicho que 26 manifestantes murieron en los enfrentamientos, así como 18 agentes de la policía y las fuerzas de seguridad. Los informes de testigos sobre tiroteos y víctimas sugieren que las cifras reales pueden ser considerablemente más altas. Más de 3,800 personas fueron detenidas, dijo el ministerio.
En un discurso televisado el viernes, Tokayev dijo que personalmente había dado la orden de usar la fuerza letal en los últimos días, y también culpó a los “llamados medios de comunicación independientes” por ayudar a avivar los disturbios.

“En el exterior, hay llamamientos para que las dos partes mantengan negociaciones para una resolución pacífica”, respondió Tokayev. “Qué idiotez. ¿Qué tipo de negociaciones puedes tener con los criminales? Se trataba de bandidos armados y bien preparados, tanto locales como extranjeros. Bandidos y terroristas, que deberían ser destruidos. Esto sucederá en el menor tiempo posible «.
Por su parte, la ONU y la OTAN había instado a todas las partes a la «contención« y han recordado «el derecho a las manifestaciones pacíficas y la libertad de expresión», después de que el presidente kazajo diera la orden de «disparar a matar« contra los manifestantes.