Doha, Qatar. – (Agencias) Malcolm Bidali, un ciudadano keniano y guardia de seguridad, creó un blog donde denunciaba las condiciones laborales extremas que sufrían los obreros que construyen las obras para el mundial de Qatar 2022, «el Mundial de la Vergüenza».
Bidali se encontraba desaparecido desde el 4 de mayo pasado. El martes, en una declaración a Associated Press (AP), el gobierno qatarí aceptó que Bidali se encontraba “detenido y bajo investigación por violar las leyes y reglamentos de seguridad de Qatar”.
Las autoridades de Qatar declinaron dar más detalles sobre su arresto, donde y cuando fue arrestado y si recibía asistencia consular.
Según James Lynch, director del grupo FairSquare Research and Project, con base en Londres, que defiende a los trabajadores migrantes en el Medio Oriente, “Qatar ha dado muchos pasos…para reformar su sistema laboral”.
«Sin embargo, cuando un trabajador migrantehabla de su experiencia, comparte y pide un cambio de una manera totalmente pacífica, vemos que es arrestado y desaparece».
Hasta diez hombres por habitación
Bidali, de 28 años, llegó a Qatar en 2016. Trabaja 12 horas al día como guardia de seguridad. En sus tiempos libres, escribió bajo el seudónimo de “Noah” sobre su experiencia en el trabajo, incluyendo sus esfuerzos por mejorar sus condiciones de trabajo.
De acuerdo con Le Monde, en sus escritos elogió a Qatar presentándolo muchas veces como “precursor en muchas áreas”. Sin embargo, no dudó en denunciar las pésimas condiciones en que vivían algunos de sus compatriotas.
Hasta 10 hombres por una diminuta habitación, sin poder darse el “lujo de la intimidad” de los expatriados occidentales de cuello blanco y los qatarís.
“¿Por qué la intimidad, e incluso la vida familiar, deben reservarse para nacionalidades privilegiadas y personas económicamente acomodadas?», se pregunta en un artículo.
Esta voz discordante ha puesto a las autoridades qataríes a enfrentar una posible amenaza de boicot a la competencia por el maltrato a los trabajadores.
Las causas de la detención de Bidali no se han hecho públicas. Sin embargo, una semana antes de sus desaparición, Bidali había estado en contacto con un gran número de organizaciones civiles y sindicatos sobre su experiencia.
