Saltillo, Coahuila. La Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (PRONNIF) está en el centro de la controversia tras la muerte de Itzi Edith, una niña de 10 años, quien falleció debido a un cuadro severo de desnutrición y deshidratación, condiciones que no fueron atendidas a tiempo por su madre, pese a las denuncias previas realizadas por vecinos y familiares.
La pequeña fue ingresada a la sala de urgencias de la Clínica Uno el pasado miércoles, luego de que su madre, Dulce Flores Cárdenas, decidiera llevarla al hospital tras varios días sin mejoría en su salud. De acuerdo con los reportes médicos, Itzi presentaba vómito, diarrea y fiebre desde el 16 de agosto. Sin embargo, la madre no buscó atención médica inmediata, optando primero por una consulta en una farmacia.
Al poco tiempo de ingresar al hospital, Itzi sufrió dos paros cardiacos. Aunque los médicos intentaron reanimarla, su cuerpo no resistió, y falleció a las 18:08 horas. Tras la autopsia, se determinó que la niña murió por un choque cardiogénico provocado por el grave estado de desnutrición y la falta de atención médica adecuada.
Denuncias ignoradas
La abuela paterna de Itzi acudió a la oficina de la subprocuradora Gabriela Ramos horas después de la muerte de la niña, reclamando que había solicitado ayuda en múltiples ocasiones debido al abandono en el que vivían los cuatro hermanos, todos menores de edad. Según la abuela, a pesar de que en 2023 se le retiró la custodia de los niños a la madre, los menores continuaron viviendo en el mismo hogar bajo el cuidado de Dulce Flores.
Vecinos del lugar, en la colonia Ojo de Agua, también declararon que los niños eran frecuentemente vistos pidiendo comida a los vecinos, una señal clara de la omisión de cuidados por parte de la madre, situación que había sido reportada a PRONNIF sin obtener respuesta o acción alguna.
Investigaciones en curso
La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación por el delito de omisión de cuidados. Las autoridades han indicado que los hermanos de Itzi, de 11, 12 y 13 años, también padecen de maltrato psicológico y presentan problemas de comportamiento. Uno de los menores ni siquiera ha sido registrado oficialmente ante el estado.
El caso ha generado indignación entre la comunidad, quienes exigen justicia para la pequeña Itzi y que se tomen medidas urgentes para proteger a los otros niños que permanecen en condiciones vulnerables.