El Instituto Mexicano del Seguro Social llamó a mujeres jóvenes y adolescentes, y a sus padres o familiares, para solicitar atención médica si durante la menstruación hay presencia de sangrado abundante que dura ocho días o más, ya que esta condición puede provocar anemia.
Nora Elena Quiroz Valencia, médico pediatra y encargada de la Clínica de Ginecopediatría del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI, detalló que el periodo de menstruación debe durar de 2 a7 días y la cantidad promedio de sangre que se pierde es de 30 a 80 mililitros durante toda la menstruación, es decir, el uso de 3 a 5 toallas sanitarias o tampones en el transcurso de un día.
“Fuera de estos parámetros, si el sangrado es más abundante o de mayor duración y no se atiende en forma oportuna puede provocar anemia, enfermedad que se caracteriza por una disminución en la cantidad de glóbulos rojos o hemoglobina en la sangre y que se manifiesta con fatiga, falta de energía, debilidad, dificultad para respirar, náuseas, mareos, palidez y diversos problemas de salud”, explicó.
Indicó que la causa principal de las menstruaciones abundantes es la inmadurez en las funciones hormonales de las adolescentes a partir de su primera menstruación y en los siguientes 2 a 3 años; le siguen alteraciones deficiencias en los factores de coagulación; quistes o hiperplasia (desarrollo excesivo) del endometrio y síndrome de ovario poliquístico.
“Cuando el sangrado está fuera de los parámetros normales para una adolescente, son muy abundantes, aunque sea un solo día con cambios recurrentes de la toalla cada hora y hay expulsión de coágulos mayores de cinco centímetros de diámetro, son datos que nos van a hablar de alarma para acudir a recibir atención, de ser posible prevenir la anemia o dar un tratamiento oportuno si ya la tiene”, explicó la doctora.
Quiroz Valencia afirmó que la principal herramienta que tiene el personal de salud es la educación y orientación, que cada joven conozca los parámetros normales de una menstruación e identifiquen datos de alarma para que acudan a tiempo al hospitales o área de atención médica de Urgencias que permita iniciar tratamiento y así evitar la anemia o sus consecuencias.
“Y esto no sólo en las adolescentes que ya tienen menstruación, sino en aquellas que iniciaron una pubertad y están a la espera”, añadió.
Indicó que el tratamiento depende del grado de anemia, si es leve o moderada, se trata con medicamentos hemaníticos y una dieta alta en hierro, además de fármacos del grupo AINES para prevenir el sangrado y hormonales; cuando se diagnostica como anemia severa, se valora si requiere transfusión y/o hospitalización para estudiar y tratar la causa, incluso una cirugía si así se requiere.