Moscú, Rusia. – (Agencias) Tras los últimos éxitos logrados por la contraofensiva de Ucrania contra los territorios ocupados del sur y este del territorio ocupado por las fuerzas rusas, obligándolos a retirarse, el presidente de Rusi, Vladímir Putin parece aceptar la gravedad del avance de las fuerzas nacionalista ucranianas, insistiendo en que Rusia “estabilizaría” la situación en las cuatro regiones recientemente declaradas territorio ruso.
Mientras Putin firmaba la declaración de los nuevos territorios, en dos de las cuatro regiones las fuerzas rusas sufrían derrotas significativas. Los funcionarios rusos dijeron que la retirada era para “reagrupar” las fuerzas con los nuevos refuerzos. “Trabajamos bajo el supuesto de que la situación en los nuevos territorios se estabilizará”, dijo Putin a los maestros rusos durante una videollamada televisada.
Con el renovado avance de la contraofensiva ucraniana en el este y el sur, las tropas rusas se estan retirando bajo presión en ambos frentes, confrontadas por fuerzas ucranianas más ágiles y de rápido movimiento provistas de sistemas avanzados de artillería suministrados por los países de la OTAN.
“Estamos reagrupando [nuestras fuerzas] a lo largo del frente, lo que significa que podemos reunir fuerzas y contraatacar”, dijo a la agencia de noticias RIA Novosti Kirill Stremousov, el subjefe de la región de Kherson designado por Moscú. Stremousov dijo que era «imposible» para ellos (en referencia a las fuerzas ucranianas) ingresar a la ciudad de Kherson.
Los expertos militares dicen que Rusia está en su punto más débil, en parte por su decisión de no movilizarse antes y en parte por las pérdidas masivas de tropas y equipo. Unos 15,000 de los soldados mejor entrenados de Rusia están luchando contra los ucranianos en la orilla occidental de la ocupada Kherson, a pesar de los movimientos de las tropas rusas desde el frente oriental hacia el sur, lo que ha reducido las fuerzas rusas en otros lugares.
Según Jack Watling, analista senior del Royal United Services Institute, las tropas rusas alrededor de Kherson se han retirado a su segunda línea de defensa para acortar su línea de frente. “No hay evidencia de rendición o colapso [de las fuerzas rusas]… como vimos en la región de Kharkiv”, dijo Watling, señalando la importancia política para Rusia de aferrarse a la ciudad de Kherson, el único centro regional que logró adquirir desde febrero.
Pero si las fuerzas de Ucrania logran atravesar la segunda línea de defensa de Rusia, podrán cortar las líneas de suministro rusas con una gama más amplia de artillería más barata y atraparlas en la orilla occidental de Kherson, agregó. “En este momento, los puentes están siendo alcanzados por Himars [cohetes], que son escasos y muy caros… [si avanzan más] pueden permitirse el lujo de abrir fuego contra más objetivos incidentales”, dijo Watling sobre los puentes que abastecen a las fuerzas rusas en Cisjordania de Kherson.
Mientras tanto, Rusia ha seguido atacando detrás de las líneas del frente de Ucrania, una combinación de objetivos militares y civiles. El miércoles por la mañana, lanzó un importante ataque con aviones no tripulados contra Bila Tserkva en la región de Kyiv y disparó cohetes contra Zaporizhzhia y la región de Dnipro.
Phillips O’Brien, profesor de estudios estratégicos en la Universidad de St Andrews, dudaba que Rusia tuviera suficientes misiles de calidad para alterar la situación detrás de las líneas del frente y afectar el campo de batalla. Agregó que el progreso reciente de Ucrania ha sido producto de un proceso, no de un punto de inflexión.
“Desde hace meses, Rusia se ha estado debilitando, ha estado desangrando a su ejército en el campo, ha estado perdiendo una gran cantidad de equipos. Por otro lado, los ucranianos se han ido fortaleciendo; tienen fuerzas mejor entrenadas y mejor equipamiento militar”.
