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Reciben 80 mil personas terapia sustitutiva renal n el IMS para mejorar calidad de vida

El Instituto Mexicano del Seguro Social es líder nacional en otorgar diálisis peritoneal, hemodiálisis y trasplante de riñón, terapias sustitutivas que permiten a cerca de 80 mil personas mejorar su calidad de vida ante las diversas afectaciones que causa la enfermedad renal en etapa avanzada.

El coordinador de programas médicos en la División de Hospitales de la Coordinación de Unidades de Segundo Nivel, Roberto Teva Luna, detalló que 36 mil 68 pacientes (46 por ciento) se encuentran en la modalidad de diálisis peritoneal, de ellos 15 mil 87 realizan su tratamiento a través de una máquina cicladora y 21 mil 597 de manera manual; mientras que 43 mil 45 pacientes (54 por ciento) reciben tratamiento de hemodiálisis en sus dos vertientes: interna y subrogada.

“Además de estas terapias, el IMSS cuenta con el programa de Trasplante Renal, que, de acuerdo con datos de la Coordinación de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células durante 2023 se realizaron mil 582 trasplantes de riñón, de ellos mil 85 de donador vivo-relacionado y 497 de donador cadavérico”, refirió.

El especialista del IMSS explicó que a través de las unidades de Primer Nivel de Atención del Seguro Social se realiza el tamizaje de la Enfermedad Renal Crónica, mediante la medición de albúmina en orina y el cálculo de la Tasa de Filtración Glomerular estimada con base a los niveles de creatinina plasmática, lo que permite establecer un diagnóstico y tratamiento de forma temprana. 

“A través de estas acciones se busca identificar de forma temprana pacientes con Enfermedad Renal Crónica, principalmente adultos con alguna comorbilidad como diabetes, hipertensión, ácido úrico alto, dislipidemia, antecedente de litiasis infecciones recurrentes, entre otras. El Instituto actualmente dispone de medicamentos que evitan la progresión de la ERC y permiten aplazar la llegada de la diálisis”, abundó el médico.

El doctor Roberto Teva destacó que existen factores que impactan de manera negativa en la función renal de los niños como son la prematurez o infecciones de repetición en vías urinarias, mientras que en las personas adultas se asocia al consumo de medicamentos antiinflamatorios y a padecimientos como obesidad, diabetes, hipertensión, hiperuricemia y litiasis renal.

Subrayó que en etapas tempranas la modificación del estilo de vida y el adecuado control de los padecimientos crónicos degenerativos tienen un impacto positivo ya que previene la aparición y retrasa la progresión de la enfermedad renal crónica.