Hilario González García, Obispo de la Diócesis de Saltillo, emitió su tradicional mensaje semanal a la comunidad, en el que pidió al Señor que siga bendiciendo a toda la familia diocesana de y a todas las personas que se esmeran en vivir los valores del Reino de Dios, y extenderlos en la sociedad.
“Cerramos el año litúrgico con la Solemnidad de Jesucristo, Rey del universo. En Él habita toda plenitud y por Él somos capaces de participar de la herencia divina. Deseamos servirlo y alabarlo en nuestro corazón y en nuestras comunidades”, señaló.
Dios Padre ha querido fundamentar todas las cosas en su Hijo y que todas las cosas alcancen su plenitud en Él. Hoy reconocemos a Jesucristo como Rey y Señor de toda la creación, y vemos en Él la cabeza de la Iglesia, su cuerpo místico. En Cristo contemplamos la imagen del Dios invisible y somos capaces de participar en la herencia de su pueblo, de su reino de luz que vence a las tinieblas”, añadió.
“Las imágenes bíblicas que se refieren al Mesías como guía y pastor llegan a plenitud en Jesucristo, nuestro Buen Pastor. Y unidos a Él participamos de su vida, pues por el misterio de la encarnación somos de su misma sangre, y por su entrega en la cruz somos salvados, liberados de la esclavitud del pecado, para ser con Él herederos de su reino”, indicó el prelado.
La narración de Lucas de este domingo presenta a Jesús en la cruz, en sus últimos momentos de vida, siendo agredido por las actitudes de quienes contemplan la escena, indicó.
“Las autoridades religiosas lo desprecian con sus muecas, los soldados lo agreden con sus burlas, uno de los crucificados con Él lo provoca con insultos. Le piden que se salve a sí mismo para creer en Él como mesías y rey. Son actitudes crueles y egoístas de quienes sólo buscan su interés.
“Pero Jesús no ha venido a salvarse a sí mismo, ni a servirse a sí mismo con su poder. Ha venido a salvarnos y a servirnos para mostrar que su poder está en su misericordia, que su honor es hacer la voluntad de su Padre, que su éxito está en que nosotros tengamos vida en abundancia. Solamente un malhechor descubrió, compartiendo los sufrimientos de Cristo, en que consiste la salvación: en vivir con Jesús en su reino glorioso”, expuso.
“Por eso los cristianos, y especialmente los católicos en México, reconocemos a Cristo como Rey y Señor, en medio de las persecuciones y, unidos a Él, en las situaciones que nos afligen. No somos masoquistas, sino solidarios con Cristo y con los que sufren, para alcanzar redención y entrar con Jesús en su reino.
“Lo confesamos como Rey y Señor en la vida diaria y deseamos que nuestra patria goce de paz, justicia, verdad, vida de gracia y caridad en su máxima expresión. Este es nuestro servicio y nuestra colaboración para el bien de todos. Para los creyentes servir es reinar”, manifestó Hilario González, quien pidió alabar a Cristo Rey por su providencia.
“Que nos auxilia en la adversidad, por su paz que armoniza nuestra existencia, por su misericordia que conforta nuestra debilidad. Alabemos al Padre que nos da a su Hijo como guía y pastor bueno.
“Dios Padre nos ha ungido con el mismo óleo de gozo de Cristo para ofrecernos junto con Él en el altar de la cruz. Nuestro servicio y alabanza a Dios se traduzca en servicio a nuestros hermanos y en compromiso de vida digna del Reino de Dios, promoviendo la reconciliación, la unidad y la paz”, concluyó.
