Opinión

Reflexiones sobre la vida.

Después de caminar por el mundo, hice una pausa, una escala en una esquina de la vida.

Voltee hacia atrás y vi un letrero que marcaba 55 años de distancia. ¿Eran pocos o eran muchos? Aproveché la pausa y me senté en una banca a reflexionar y a observar el cielo, las nubes y lo que había encontrado en el camino durante  todo ese andar. Mientras tanto, el destino se alejaba y me decía, no tardes, te espero en la esquina siguiente. Mientras miraba el pasado, leía una nota reciente que decía que en México mueren cada año un promedio de 300 mil ciudadanos por causas de obesidad, diabetes e hipertensión. Con preocupación observaba el pasado con una perspectiva panorámica, niños, adolescentes y jóvenes llegaban de la escuela a sus casas, comían con la familia, hacían la tarea y se salían a jugar retas de fútbol, americano, béisbol, charlaban y convivían, eran felices.  Colocaban dos piedras en un lado de la calle, dos en el otro lado y ya estaba lista la cancha! Jugaban hasta derramar la última gota de sudor de sus cuerpos, ¡hasta quedar exhaustos!

Esperaban con ansias que llegara el fin de semana para jugar en las ligas amateurs su deporte favorito. Dejó de voltear al pasado y retomó la noticia que leía. Muchos de ellos, de los que  andaban jugando, practicando deporte diariamente, están muriendo hoy en día por las causas citadas ( obesidad, diabetes e hipertensión), ¡¡más de un cuarto de millón de seres!! ¿Qué está pasando? Qué hicieron mal en su transitar por la vida? ¿Qué falló en su formación?

Antes de levantarme de la banca, volteo al presente y veo a millones de niños, adolescentes y jóvenes que “ viven” con el celular en la mano durante todos los días, se ha convertido en su gran compañero, usando todo el tiempo WhatsApp, Face, video juegos etc, publicando y viendo lo que publican los demás, memes  y comentarios banales Así, sentados o acostados con el celular se les va un día y otro también,  prácticamente sin  dejar tiempo para leer, para ejercitarse, para practicar deporte.

Al ver ese estilo de vida, surge  necesariamente la interrogante de quién maneja a quién , el hombre al celular o el celular al hombre?

Leyendo un libro de Jorge Bucay, encontré esta reflexión, en la cual, creo, que se puede encontrar la respuesta.
“Un señor llamado Paul Watzlawick, cuenta que en un laboratorio donde se hacen experimentos con animales, un investigador está tratando de hacer un reflejo condicionado con dos ratas  en un laberinto. Entonces, cuando el señor de la bata blanca entra, una ratita le dice a la otra , ¿ves a ese señor de la bata blanca? Lo tengo totalmente amaestrado, cada vez que yo bajo esta palanca , me da de comer.”

Analizando y reflexionando en torno al pasado y correlacionando con el presente y necesariamente con el futuro,  una pregunta inquietante de forma en mi mente. Si aquellas generaciones de niños y adolescentes felices que practicaban a diario deportes , están muriendo hoy en día por tener diabetes, obesidad e hipertensión, ¿qué les espera a estas generaciones, a estos niños, adolescentes y jóvenes que tienen como mejor amigo al celular y con quien pasan horas y horas sentados o acostados?

Señor Presidente de la República, Diputados, Senadores, padres de familia no cerremos los ojos ante esta realidad. Urge  inculcar el deporte desde la educación preescolar , cultura alimenticia y  crear más áreas deportivas . Es mejor una política de salud preventiva que remedial, hoy no anduviera el Gobierno Federal comprando tantas máquinas de oxigenación y demás insumos médicos para atender a pacientes graves infectados de coronavirus combinados con los factores de hipertensión, obesidad y diabetes. Hoy no se estuviera muriendo tanta gente por tales factores.

Recuerdo que el destino dijo que me esperaría en la siguiente esquina de la vida. Allá voy a su encuentro,  con la incertidumbre de saber qué me depara, pero con una sonrisa en mi rostro  y con mucha fe.

De aquí a esa esquina, iré reflexionando si 55 años son pocos o si son muchos y en cómo esa ratita amaestró al hombre de la bata blanca…