Salud y Alimentación

Regala nutrientes a tu cuerpo desayunando una manzana

La manzana cruda y con piel es rica en fibra soluble e insoluble, un nutriente que regula la función intestinal y previene el estreñimiento.

Esta fruta, pelada y cocida, proporciona pectina, un tipo de fibra soluble capaz de retener agua, lo que redunda en una mejora de la diarrea si se come en compota o asada sin piel.

También tiene cualidad astringente si se come cruda, pero debe rallarse y oscurecerse para que actúen los taninos, sustancias que contiene la manzana con propiedades astringentes y antiinflamatorias.

En el desayuno, mejor que a media mañana, ya que esta fruta aporta aporta al desayuno nutrientes y vitaminas, que además de ayudar a mantener la hidratación, evita el estreñimiento.

Incluso puedes comer fruta antes de las comidas, lo cual puede ayudar a adelgazar ya que, como contiene fibra, es un alimento saciante. Aún así, se viraliza la falsa creencia de que después de las comidas, la fruta fermenta en el estómago.

Antes de ir al gimnasio también es una buena opción porque aporta azúcares intrínsecos que se quemarán durante el ejercicio. Asimismo, puedes tomarla después, ya que ayuda a reponer los depósitos de glucógeno que quemamos.