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Regresan los pedigüeños a Saltillo

Los operativos diseñados para retirar a las personas de lugares donde exponen su integridad física, no son suficientes para terminar el con esta práctica.

Es la época de más presencia de pedigüeños en la ciudad de Saltillo, su más eficiente herramienta, son los menores de edad. Niños que atraviesan por el periodo vacacional, aprovechan el asueto para pedir dinero en cruceros y lugares de alto flujo peatonal.

Es el primer cuadro de la ciudad, donde principalmente radican, unos solos, otros acompañado de sus padres, la idea es aprovechar la época del año con mayor circulante económico y la temporada de dar y recibir.

En las calles Allende, Aldama, Pérez Treviño, Xicoténcatl, entre otras del primer cuadro de Saltillo, son los escenarios perfectos para detectar esta práctica, que en otras partes del país, se relaciona con explotación infantil y tráfico de infantes.

En los cruceros, principalmente al norte de la ciudad, los pedigüeños arriesgan su vida y la de los menores al solicitar una moneda a los automovilistas.

Aunque los patrullajes de elementos de la Policía Municipal y trabajadores sociales de los sistemas DIF estatal y municipal, resultan insuficientes para lograr su propósito, retirar a quienes piden dinero de las grandes avenidas.

La actividad es redituable, promedio en cinco horas de pedir de coche en coche o en la calles del centro, en esta época del año deja una utilidad de entre $300 y $500 pesos.