Visitaba la librería
la idea era encontrarme
con Hölderlin
pero encontré un libro
raro
y al hojearlo
hallé una página
con dos timbres
postales
mis intentos por despegarlos
fueron inútiles
Me pongo a meditar
y me causa humor
que los fantasmas
del benemérito
siguen ahí escondidos
en las librerías
de viejo
y yo cómplice
de ello.
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