*Las personas deben conocer su “popó” y estar alertas ante los cambios o modificaciones tanto en consistencia, como en color y en el olor.
El color, la consistencia y el olor de las heces puede ayudar a detectar con oportunidad enfermedades antes de que provoquen severos problemas de salud, informó la coordinadora clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social adscrita a la Unidad Médica de Atención Ambulatoria 89, en Saltillo, Myrna del Toro Sandoval, quien llamó a la población a dedicar unos minutos para revisar la “popó”, antes de bajarle al sanitario.
Explicó que los signos o colores de alerta son el blanco y el negro; defecar con estas características conlleva el riesgo de enfermedades graves y debe ser motivo de atención médica urgente.
“Las deposiciones normales deben ser de una textura suave y firme, se debe defecar sin dolor y con una tensión mínima, en promedio una o dos veces al día, además de que no debe ser muy olorosa”, indicó.
Explicó que el color de las heces viene determinado no solo por lo que se ingiere, sino también por la cantidad de bilis y que distintos tonos de marrón, e incluso el verde, se consideran normales, en tanto que el hecho de que estos colores sean más o menos intensos por lo general no es indicativo o sugerencia de algún padecimiento.
“Consumir vegetales verdes en exceso, sobre todo espinacas, puede teñir las popó de un color verdoso e incluso oscuro y hacer que tengan una consistencia blanda por la cantidad de fibra que contienen”, dijo.
“Las heces blancas pueden indicar enfermedad biliar o pancreática y en el otro extremo, las de color negro y muy pegajosas señalan la presencia de sangre que lleva mucho tiempo en el tubo digestivo y puede ser sinónimo de una hemorragia”, agregó.
Lo más importante, expuso la doctora Myrna del Toro, es que cada persona debe conocer el color de su “popó” para estar en posibilidad de identificar diferencias, analizar sí corresponden a algún cambio en la alimentación o se trata de una enfermedad, concluyó.
