Kiev, Ucrania. – (Agencias) Rusia ha tomado la ciudad clave de Lysychansk el domingo, el último reducto de las fuerzas nacionalistas ucranianas en la región de Lugansk, lo que señala una vuelta de 180 grados a favor de la campaña del Kremlin de apoderarse de todo el este de Ucrania. Funcionarios del Ejército ucraniano dijeron que sus fuerzas tuvieron que retirarse de Lysychansk después de feroces combates para salvar la vida ante el implacable ataque ruso.
El lento pero avasallador avance de las fuerzas rusas en la región desde que comenzó la operación especial se ha visto apoyado por el abrumador poder de la artillería rusa que ha arrasado pueblos y ciudades, dejando un rastro de muerte en su camino.
Sergei Shoigu, ministro de Defensa de Rusia, dijo a través de un comunicado, que las fuerzas rusas y separatistas de la autoproclamada República Popular de Lugansk, reconocida por Putin y uno de los motivos por el que inició su operación especial militar, “han establecido un control” sobre Lysychansk y una serie de “asentamientos cercanos”.
El domingo, el Estado Mayor del Ejército de Ucrania dijo que las fuerzas nacionalista ucranianas se vieron obligados a retirarse ante una dura pero perdida batalla. Durante semanas habían intentado defender Lysychansk. Sin embargo, el Alto Mando decidió la retirada porque permanecer en la ciudad “traería consecuencias fatales”, dada la “abrumadora ventaja” de las fuerzas rusas en “artillería, municiones y personal”.
De acuerdo con un comunicado publicado en Facebook, la decisión fue tomada para “salvar la vida de los defensores ucranianos”. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, prometió que regresarían. “Si el mando de nuestro ejército retira gente de ciertos puntos del frente donde el enemigo tiene la mayor superioridad de fuego, en particular esto se aplica a Lysychansk, significa solo una cosa: Regresaremos gracias a nuestra táctica, gracias al aumento del suministro de armas modernas”, dijo Zelensky en su discurso nocturno el domingo. “Ucrania no renuncia a nada”.
Lysychansk era un objetivo clave en la batalla por Donbas, una zona altamente industrializada que limita con Rusia y que había sido controlada parcialmente por los separatistas ucranianos desde 2014, donde establecieron dos “repúblicas independientes” de Ucrania. Putin reconoció a las dos repúblicas el 24 de febrero y acusó de “genocidio ucraniano” contra las personas de habla rusa, por lo que decidió llevar a cabo la operación especial militar, para proteger a estas repúblicas.
Los recientes éxitos de las fuerzas rusas en el Este de Ucrania vienen a sumarse a las crecientes dudas de los legisladores norteamericanos y de los observadores militares de la capacidad de Ucrania para impedir que Putin se apodere del Este de Ucrania. El optimismo de primavera tras la retirada de las fuerzas rusas de Kiev se ha desvanecido tras el continuo golpeteo de la artillería rusa a objetivos militares y civiles.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, han insistido en que el apoyo a Ucrania es inquebrantable y continuara “mientras sea necesario” para asegurar la derrota rusa. Y citó una declaración del ejército ucraniano: “Seguimos luchando. Desafortunadamente, la fuerza de voluntad de acero y el patriotismo no son suficientes para lograr el éxito, necesitamos los recursos técnicos”.
Los funcionarios de la administración de Biden dicen que los triunfos de Putin han sido desiguales y han tenido un costo significativo, destacando el alto número de muertos entre las tropas rusas. Pero las fuerzas ucranianas también están pagando un alto precio, que los militares estadounidenses rara vez reconocen.
