Moscú, Rusia. – (Agencias) En lo que es un duro revés a la operación especial militar en Ucrania de las tropas rusas, el ministro de Defensa de Rusia Sergei Shoigu ha ordenado la retirada de la orilla occidental del río Dnipro y de la ciudad de Kherson, la capital provincial tomada por los rusos desde el inicio de las hostilidades.
Una concesión de la realidad militar de ocho meses de la guerra y una fuerte contraofensiva ucraniana, y que muestran uno de los cambios más significativos en las decisiones del presidente de Rusia, Vladímir Putin, en el conflicto.
En una reunión con los principales lideres militares de Rusia, que fue transmitida por la televisión estatal, Shoigu dio la orden de retirada después de la exposición del general Sergei V. Surovikin, comandante en jefe de la Operación Especial de Rusia en Ucrania, donde explicaba que los fuertes bombardeos de la artillería ucraniana hacían insostenible la posición rusa al oeste del río Dnipro donde se encontraba la ciudad de Kherson.
“Continúe con la retirada de las tropas y tome todas las medidas para garantizar la transferencia segura de tropas, armas y equipos a la otra orilla del río Dnipro”, dijo el ministro de Defensa. La ausencia del presidente Putin, de acuerdo con los analistas del Kremlin, lo distancia de una amarga derrota y de una retirada que solo el podía haber ordenado.
Al final del día, aparecieron las primeras señales de la retirada de los rusos de la orilla oeste del río cuando, las autoridades del gobierno ucraniano informaron de una primera unidad de las fuerzas ucranianas que habían entrado a algunas aldeas detrás de la primera línea controlada apenas ayer por los soldados rusos.
Sin embargo, temerosos de que fuera una trampa la retirada, las autoridades informaron que aún no estaban seguros sobre el estado de las tropas rusas dentro de la ciudad, pero conforme avanzó el día se fueron asegurando que la retirada era real.
El coronel del Ejército de Ucrania y presidente del comité defensa e inteligencia del Parlamento ucraniano, Roman Kostenko, dijo que tenían señales de que se estaban retirando, moviendo primero el equipo pesado y después la infantería. “Volaron puentes que habrían permitido el avance de nuestras fuerzas. Los vemos salir de los centros de población, pero en algunos dejan soldados para cubrir sus movimientos”.
La retirada es un duro golpe a la estrategia de anexión de territorios ucranianos a la Federación Rusa por parte de Putin. Una importante ciudad portuaria e industrial tomada por los rusos al inicio de la guerra, había sido un premio estratégico y simbólico para Moscú.
La noticia de la retirada causó respuestas angustiadas y enojadas por algunos de los halcones de la guerra rusos, mientras que otros los describieron como una retirada táctica y sensata hacía otro frente más defendible.
“La decisión es impactante para miles y millones de personas que luchan por Rusia, mueren por Rusia, creen en Rusia y comparten las creencias del mundo ruso”, escribió Yuri Kotyonok, un influyente bloguero militar.
Boris Rozhin, un analista militar ruso, llamó a la retirada la “derrota militar más grave de la Federación Rusa desde 1991”, cuando se formó. En una publicación de Telegram , escribió: “Si no hay éxitos futuros con ciudades importantes capturadas y ningún avance durante la ofensiva de invierno, la serie de reveses militares acumularía un descontento interno mucho mayor que las sanciones”.
Pero Tatiana Stanovaya, una analista rusa que estudia a Putin para su firma de análisis político R.Politik, dijo en una entrevista telefónica: “Esto simplemente confirma, en mi opinión, cuán pragmático es Putin. No está tan loco como pensábamos”.
