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Salvan médicos del HGZ No. 7 del IMSS a obrero que intentó quitarse la vida

En una compleja cirugía, médicos del Hospital General de Zona 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Monclova, salvaron la vida a Esteban, obrero de 55 años de edad que al sufrir depresión se clavó un cuchillo en el tórax; intentó suicidarse.

El especialista en cirugía general, Luis Enrique Padilla Montes, explicó que el 17 de junio el paciente arribó al servicio de Urgencias inconsciente, desangrándose y con el cuchillo de 15 centímetros de largo aún clavado en el pecho.

Un equipo multidisciplinario realizó, primero, una toracotomía para explorar el tórax, llegar a las costillas y retirar el arma. Posteriormente una laparatomía para revisar y hacer reparaciones en órganos abdominales, baso y esófago, en donde también había daño.

El corazón tenía una lesión pequeña en el ventrículo izquierdo, que es la cámara de bombeo que envía sangre rica en oxígeno a los pulmones, mientras que el pericardio (capa que envuelve este órgano) estaba atravesado de lado a lado, por lo que se cerró mediante un procedimiento quirúrgico llamado “marsupialización”.

Debido al daño en estos sitios y en el pulmón, los médicos practicaron un abordaje conocido como “rafia”, que es una técnica para suturar y realizar pequeñas reparaciones.

El procedimiento se prolongó por más de tres horas y aunque también había daños en una parte del diafragma y pulmón, estos eran leves, “unos milímetros más de profundidad y hubiera ocasionado una tragedia”, dijo el cirujano tras reconocer el esfuerzo del personal del HGZ No. 7.

“NO DEBES QUITARTE LA VIDA”

Esteban narró que en junio tuvo problemas de salud, los cuales sumados al aislamiento en que se encontraba (por ser paciente de alto riesgo en caso de padecer COVID-19), y a problemas personales que lo aquejaban, lo llevaron a una depresión.

La noche del jueves 17 de junio se dirigió a la cocina, tomó un cuchillo que utiliza para cortar filetes y se lo clavó en el pecho. “Además de dolor, sentí que brotó sangre por mi mano, luego perdí el conocimiento”, refirió.

No supo cuánto tiempo pasó, despertó en la Unidad de Cuidados Intensivos del HGZ 7; lo habían operado, se sentía adolorido y se sorprendió al notar una gran herida suturada a lo largo del tórax.

“Le agradezco a Dios y a los doctores del Seguro Social por esta nueva oportunidad”, expresó con emoción y aclaró que está arrepentido de haber atentado contra su existencia.

Esteban tiene esposa, cinco hijos y 15 nietos, quienes son su motivación principal para salir adelante.

“Dios te da la vida y tú no debes quitártela”, expuso y llamó a todas las personas que estén pasando por un momento de depresión a buscar ayuda profesional y a refugiarse en el amor de la familia.

Indicó que estuvo casi una semana en el hospital y luego de su experiencia, hoy valora su salud y sobre todo a sus seres más amados, como su esposa Sara, quien lo acompañó en todo momento.

“Luchen siempre por su vida, por su familia y por su salud”, concluyó.