Washington, D.C. – (Agencias) Las sanciones a Rusia nos golpearan a todos los consumidores de occidente. Este lunes, en un agitado mercado, debido al riesgo de una prohibición de productos rusos por parte de Estados Unidos y Europa y los retrasos en las conversaciones con Irán, los precios del petróleo se dispararon y las acciones se hundieron, perfilándose como un gran impacto inflacionario para los mercados internacionales.
El petróleo.
Mientras que el conflicto ruso-ucraniano no mostraba signos de disminuir, el euro extendió su caída, alcanzando el mismo valor que el franco suizo y las materias primas de todo tipo subieron. El Brent, después de una sesión salvaje donde subió más del 10%, se cotizó por última vez a 126.01 dls., 7.90 dólares más alto que el día anterior, mientras que el crudo estadounidense llegó a 122.35 dólares, 6.67 dls. mas.
El golpe potencial de la subida del petróleo al crecimiento económico mundial hizo que las acciones a futuro del S&P 500 cayeran 1.5%, mientras que los futuros en el Nasdaq cayeron 1.9%. La subida actuará directamente como un impuesto a los consumidores.
Los rendimientos de los bonos estadounidenses a 10 años también cayeron a su nivel más bajo desde principios de enero. Los futuros EUROSTOXX 50 cayeron 3% y los futuros FTSE 2.5%. El Nikkei de Japón se hundió un 3.2%, mientras que el índice MSCI de acciones de Asia-Pacífico fuera de Japón perdió un 1.6%. Las blue chips chinas perdieron un 0.8% en medio de un mar de números rojos en los mercados asiáticos.
El crudo Brent, habiendo subido un 21% la semana pasada, se vio impulsado aún más por el riesgo de una prohibición del petróleo ruso por parte de Estados Unidos y la Unión Europea.
La llamada “guerra económica” y la “bomba atómica financiera” iniciada por occidente como respuesta a la invasión rusa, ha dejado a ese país frente a un colapso financiero, con el rublo cayendo a mínimos históricos frente al dólar estadounidense, produciendo una ola de rusos abalanzándose a los cajeros automáticos tratando de retirar efectivo ante el temor de una estampida bancaria.
Sin embargo, no solo Rusia siente las sanciones occidentales. También están perjudicando a otros países, desde Egipto hasta Alemania, que dependen en gran medida del trigo y el gas natural de las partes en guerra.
«Los suministros de energía de Rusia están en gran riesgo, ya sea porque sean retenidos por Rusia como arma o porque queden fuera del mercado debido a las sanciones», explicó Louise Dickson, analista del mercado petrolero de Rystad Energy, en una nota al medio alemán DW.
Los alimentos.
La crisis también ha aumentado los temores sobre el suministro de granos como el trigo y el maíz y las semillas oleaginosas. Los futuros de trigo en Chicago han seguido subiendo tras tocar máximos históricos de 13 años y medio desde el pasado 25 de febrero de 2022, mientras que los precios del maíz también cotizan a niveles elevados.
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Rusia y Ucrania en conjunto representan alrededor del 30 por ciento de las exportaciones mundiales de trigo, casi una quinta parte del comercio de maíz y alrededor del 80 por ciento de las exportaciones de aceite de girasol. Ambos son proveedores clave de trigo para el Medio Oriente y Europa. Turquía y Egipto son los mayores importadores de trigo ruso.
Los expertos temen que las operaciones militares rusas aumenten aún más los precios de los alimentos en países como Libia, Yemen y Líbano, profundizando la crisis alimentaria que viven. El conflicto ya está interrumpiendo las exportaciones desde los puertos del Mar Negro, que se utilizan para enviar granos a Asia, África y la Unión Europea. Este lunes, Egipto se vio obligado a cancelar una licitación para adquirir trigo, luego de recibir solo unas pocas ofertas y a precios muy altos.
La Inflación.
Sin embargo, la mayoría de las personas en todo el mundo sentirán el impacto económico de la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia en forma de una mayor inflación, causada por el aumento de los precios de los energéticos, los metales y los alimentos.
Los precios del aluminio se han disparado a un máximo histórico, superando los que alcanzó en 2008, durante la crisis financiera mundial. Los comerciantes temen que las sanciones contra Rusia y las medidas de represalia de Moscú puedan interrumpir el suministro mundial de aluminio. Rusia produce alrededor del 6% del aluminio del mundo.
El suministro del metal de alto consumo energético también se verá afectado por los precios más altos de la energía y su consiguiente escasez, lo que podría provocar el cierre de más plantas.
«Las nuevas interrupciones en la cadena de suministro global son un riesgo clave y, como mínimo, es probable que los precios de estos productos básicos permanezcan elevados por algún período, manteniendo la inflación global alta durante más tiempo», dijo Jason Tuvey, de Capital Economics.
