Una peligrosa e intensa tormenta de nieve de efecto lacustre sorprendió y paralizó el día de ayer partes del oeste y norte de Nueva York, con más de 60 centímetros sobre el suelo para la media mañana, y se pronosticaba mucho más.
La intensidad de la tormenta variaba de manera amplia debido a sus peculiaridades del efecto lacustre, en el cual vientos gélidos han recogido la humedad de los lagos, más tibios, y han arrojado la nieve en las bandas estrechas.
Los vecinos de diferentes puntos de Buffalo se han encontrado al despertar una nevada intensa, con vientos fuertes y truenos, mientras que a unos pocos kilómetros al norte se podían observar apenas una capa delgada de nieve en el suelo y el cielo se encontraba parcialmente nublado.
Por lo tanto se han suspendido las clases. Las estaciones ferroviarias de Buffalo, Niagara Falls y Depew se encontraban cerradas y así han permanecido todos los días. Se han cancelado numerosos vuelos del y al aeropuerto internacional Niagara Buffalo.
El estado de emergencia en Nueva York ha abarcado 11 condados, y entre otras medidas, la prohibición de los camiones que circulen por el tramo de la autopista interestatal 90.
