Washington, D.C. – (Agencias) Se ha instalado el 117ª. Legislatura de los Estados Unidos, quizá con la mayor carga política nunca vista en la historia moderna del país. Este congreso deberá validar las elecciones presidenciales pasadas, las más polémicas desde quizá la guerra civil.
La Cámara de Representantes
La Cámara de Representantes eligió de nueva cuenta a Nancy Pelosi como presidenta del que quizá sea su último mandato y de la mano de la que es la más pequeña mayoría demócrata en las últimas dos décadas.
La demócrata californiana obtuvo 216 votos contra los 209 votos del republicano Kevin McCarty, líder de la minoría republicana en la Cámara baja.
Logró contener la deserción de un grupo de legisladores demócratas, superando a quien se le había opuesto dos años antes cuando la mayoría era más holgada.
La votación inició los trabajos del Congreso, marcado según The NYTimes más por la precaución que por la pompa, ya que la 117ª. Legislatura inició en medio de la pandemia más mortífera de los últimos tiempos.
Varios congresistas se encuentran enfermos de Covid-19, por lo que no pudieron asistir a la sesión inaugural. Otros votaron detrás de una protección de plexiglás construido especialmente en una galería con vistas a la Sala.
Nancy Pelosi, una vez aguerrida opositora de Trump, tendrá ahora que ser la pacificadora que lleve a buen término las políticas del próximo presidente, el demócrata Joseph R. Biden Jr. Manteniendo la mayoría de su partido hasta las elecciones intermedias del próximo año.
No será fácil. Pelosi cuenta con solo 222 representantes de los 445 escaños. No puede darse el lujo de perder un voto en votaciones importantes.
Además, se enfrenta a una dura oposición republicana envalentonados por el sorpresivo aumento de curules a su favor en estas elecciones. Tendrá que estar atenta ante la posibilidad de que el Covid-19 llegue a mermar a la ya de por sí escasa diferencia.
Entre los recién llegados al Legislativo por parte del Partido Republicano se encuentran Marjorie Taylor Greene, de Georgia, una mujer alineada con las políticas de Donald Trump, quien ha respaldado las teorías de conspiración Q-Anon, que hablan de una alegada trama secreta organizada por un supuesto “Estado profundo” contra Trump y sus seguidores.
El Senado
La apertura del Senado estuvo a cargo de Mitch McConnell, un acto que podría ser el último que asume como líder de la mayoría republicana, pues el control de la Cámara Alta aún está en duda hasta la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Georgia, este 5 de marzo, que definirán dos escaños que inclinarán la balanza de control hacia alguno de los dos partidos políticos.
De ese resultado dependerá quien controlará la Cámara de Senadores, y podría determinar el destino de los proyectos legislativos de Biden en materia del cambio climático, de los impuestos y atención a la salud, de la respuesta contra el coronavirus y de la capacidad para formar su gabinete y los nombramientos de los influyentes jueces federales.
Actualmente, los republicanos tienen la mayoría en el Senado con 51 escaños. Los demócratas deberán ganar los dos escaños de Georgia para lograr el empate y tomar el control cuando se requiera el voto de desempate.
De acuerdo con la Constitución, ese voto recae en el vicepresidente que, en está ocasión, será la exsenadora demócrata Kamala Harris, una vez que juramente el presidente y ella el 20 de enero próximo.
Queda la sesión del próximo 6 de enero, la validación de las elecciones. Un grupo creciente de senadores y representantes republicanos planean votar en contra para revertir el triunfo de Biden.
Este intento fracasará, pero partirá en dos al Partido Republicano y erosionará la legalidad de la presidencia ante los fervientes seguidores de Trump.