La mañana del martes 22 de noviembre, de 10:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, las actividades se paralizaron.
En restaurantes y bares amigos se reunía para ver el. juego de la Selección Mexicana de Fútbol contra Polonia.
En las escuelas las clases se suspendieron y en las empresas los trabajadores se reunían para poder ser parte de lo que haría México en su primer partido en Catar.
Cada intento de gol era una esperanza de desbordar la emoción, pero el balón no cruzó la portería.
Dicen que vale la pena cada cuatro años olvidarse por 90 minutos de todo para poder aportar a la Selección Mexicana.
En definitiva, el momento de mayor emoción fue cuando el arquero Guillermo Ocho detuvo un penalti, evitando así la derrota de México en su primer juego del mundial 2022.
Los gritos de algarabía se escucharon en todo el País cuando el jugador de Polonia, Robert Lewandowski, falló el tiro de castigo.
Ahora no queda más que esperar el próximo compromiso contra Argentina, el sábado 26 de noviembre, donde de nuevo las actividades se suspenderán para conectarse en el fútbol soccer.
