Kiev, Ucrania. – (Agencias) El gobierno de Ucrania informó del mayor intercambio de prisioneros desde que inicio la guerra, asegurando el intercambio de 144 de sus soldados, 95 de ellos miembro del extrema derecha Batallón de Azov que defendían la planta siderúrgica de Azovtav en la ciudad portuaria de Mariupol.
“Este es el intercambio más grande desde el comienzo de la invasión rusa a gran escala”, dijo la inteligencia militar ucraniana en un mensaje de Telegram el miércoles. “De los 144 liberados, 95 son defensores de Azovstal”. La mayoría de los nacionalistas ucranianos liberados, agregó, tenían lesiones graves, incluidas quemaduras y amputaciones, y ahora reciben atención médica.
Por su parte, el líder de la separatista República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, dijo que 144 soldados rusos y separatistas fueron devueltos a Rusia, confirmando el mayor intercambio de prisioneros desde que inició la operación especial militar lanzada por Rusia el pasado 24 de febrero.
“Entregamos a Kiev la misma cantidad de prisioneros de las fuerzas armadas ucranianas, la mayoría de los cuales estaban heridos. Nuestra tarea principal es rescatar a los combatientes que participaron en una operación militar especial”, dijo Pushilin. Y, agregó, que algunos de los soldados ucranianos liberados formaban parte de “batallones nacionalistas”. No hubo comentarios de Moscú sobre el intercambio de prisioneros.
En Mayo, tras la toma de Azovstal, más de mil soldados ucranianos fueron llevados a territorio controlado por Rusia después de que se rindieran a las fuerzas rusas al final de un asedio de tres meses, entre esos se encontraban los miembros del Batallón de Azov. Según los funcionarios de Kiev, el destino de los combatientes sigue siendo una prioridad.
Ucrania dijo que entre los defensores de Azovstal intercambiados el miércoles había 43 miembros del regimiento Azov, un batallón que ha sido identificado como un grupo fascista y que desempeñado un papel central en la justificación de Rusia para su invasión.
El regimiento Azov se formó en 2014 como una milicia voluntaria para luchar contra las fuerzas respaldadas por Rusia en el este de Ucrania tras el golpe de estado. Sus miembros formaban milicias fascistas y de extrema derecha, sus símbolos continúan mostrando su origen fascista. Desde entonces, la unidad se integró en la guardia nacional ucraniana y el regimiento ahora niega ser fascista, racista o neonazi.
Los medios estatales rusos han utilizado la existencia del regimiento como prueba de la afirmación de que el estado ucraniano ha sido infectado por el nazismo, ya que el presidente ruso, Vladimir Putin, prometió “desnazificar” el país. Varios funcionarios rusos, después de la captura de los milicianos de Azov, dijeron que deberían ser juzgados e incluso ejecutados. También varios parlamentarios de la Duma sugirieron el elaborar una ley para detener el intercambio de prisioneros que Moscú ha declarado “terroristas”
La decisión de intercambiar prisioneros fue recibida con ira por parte de algunos blogueros militares rusos y políticos a favor de la guerra. Andrei Medvedev, diputado de la Duma de Moscú y periodista de noticias estatales, recurrió a su Telegram para exigir «respuestas» sobre el canje.
“¿Por qué tuvimos que cambiar a los soldados de Azov? ¿No había nadie más a quien pudiéramos haber intercambiado?
