Nueva York, Nueva York. – (Agencias) La guerra de Ucrania ha avivado la crisis alimentaria mundial que podría durar años si no se controla. El Banco Mundial ha anunciado una financiación adicional de 12,000 millones de dólares para mitigar sus “efectos devastadores”. El Secretario General de las Naciones Unidas lanzó este miércoles en la sede de la ONU en Nueva York un nuevo mensaje de alerta sobre el imparable número de personas que sufren hambre en el mundo.
Durante una reunión de ministros y secretarios de estado convocada por los Estados Unidos, sobre la seguridad alimentaria mundial, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, recordó un dato estremecedor: en sólo dos años, el número de personas con inseguridad alimentaria grave se ha duplicado, pasando de 135 millones antes de la pandemia a 276 millones en la actualidad.
“Más de medio millón de personas viven en condiciones de hambruna, un aumento de más del 500% desde 2016”, añadió el titular de la ONU quien anunció que este debate continuará mañana en una nueva sesión del Órgano de Seguridad dedicada al vínculo entre los conflictos y el hambre.
“Como debatiremos mañana en el Consejo de Seguridad, estas aterradoras cifras están inextricablemente vinculadas a los conflictos, tanto como causa, como efecto. Si no alimentamos a la gente, nutrimos los conflictos”, destacó.
En la reunión, llevada a cabo en Nueva York, Guterres alertó que lo que se puede venir es “una desnutrición, hambre masiva y hambruna mundial, en una crisis que pudiera durar durante años”, mientras él y otros instaban a Rusia a liberar las exportaciones de granos de Ucrania a través del Mar Negro, Dijo que estaba trabajando con Moscú y otros para encontrar la solución.
“Las complejas implicaciones económicas, financieras y de seguridad requieren buena voluntad de todas las partes para llegar a un acuerdo global”, dijo sobre sus conversaciones con Moscú, Ucrania, Turquía, Estados Unidos, la Unión Europea y otros. “No entraré en detalles porque las declaraciones públicas podrían socavar las posibilidades de éxito”.
La operación militar rusa en Ucrania y las sanciones que le impusieron de castigo los países de la OTAN, encabezados por Estados Unidos, interrumpieron el suministro de fertilizantes, trigo y otros productos básicos de ambos países, lo que ha empujado el alza de los precios en alimentos y combustibles afectando principalmente a los países en desarrollo de África. Los dos países en pugna, juntos, producen el 30% del trigo en el mundo.
Ucrania era vista como el granero del mundo antes de la invasión rusa. Exportaba 4.5 millones de toneladas de productos agrícolas al mes a través de sus puertos del Mar Negro, hoy bajo el control de las tropas rusas, el 12% del trigo del planeta, el 15% del maíz y la mitad del aceite de girasol. Con Odessa, Chornomorsk y otros puertos bloqueados o en poder de la marina rusa, se hacen por tierra en carreteras congestionadas que dificultan su paso.
Esta situación ha disparado los precios. De acuerdo con el Índice de Precios de alimentos y productos agrícolas de la ONU alcanzó un máximo histórico de 159.7%% en marzo, para caer un 1.2 o 0.8% en abril. Los índices de precios de los cereales y las carnes también alcanzaron máximos históricos en marzo.
“Seamos claros: no hay una solución efectiva a la crisis alimentaria sin reintegrar la producción de alimentos de Ucrania”, dijo Guterres. “Rusia debe permitir la exportación segura de granos almacenados en puertos ucranianos”.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, quien presidió la reunión, se hizo eco del llamado junto con el director del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley. Beasley dijo: “El mundo está en llamas. Tenemos soluciones. Tenemos que actuar y tenemos que actuar ahora”.