Bruselas, Bélgica. – (Agencias) Un paso para enfrentar la crisis de los precios de la energía que sufre Europa, los lideres de la Unión Europea (UE) reconocieron la singularidad energética de la Península Ibérica lo que permite que España y Portugal impongan medidas temporales para resolver el alza de los precios de la electricidad como establecer un tope temporal.
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, se ha mostrado satisfecho a pesar de haber llegado a Bruselas con el objetivo de cerrar un acuerdo europeo, sin embargo, solo ha acabado en acuerdo ibérico.
“La Península Ibérica tiene una situación muy especial. Allí el mix energético tiene mucha carga de renovables. Eso es muy bueno. Y con muy pocas interconexiones. Y por eso acordamos un trato especial posible para la Península Ibérica para que la Península Ibérica pueda hacer frente a esta situación tan específica en la que se encuentran», ha detallado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Las negociaciones han sido tensas y Pedro Sánchez ha sido uno de los líderes más beligerantes y llegó incluso a abandonar la sala en medio de las negociaciones. Países Bajos y Alemania eran los dos países más reacios.
Durante la cumbre, los países de la comunidad también tomaron la decisión de que el Consejo Europeo negocie la compra conjunta de gas en representación de los 27 estados miembros para encontrar mejores precios. También se aprobó un acuerdo sobre la necesidad de aumentar los niveles de almacenamiento de gas en Europa ante el próximo invierno.
Y también hubo acuerdo sobre la necesidad de aumentar los niveles de almacenamiento de gas en Europa de cara al próximo invierno.
«El 75 % del mercado mundial de gas por gasoductos corresponde al mercado europeo. Por lo tanto, tenemos un enorme poder adquisitivo. Por ello me complace que ahora utilicemos nuestro poder de negociación colectiva. En lugar de competir entre nosotros y hacer subir los precios, mancomunaremos nuestra demanda», defendió Von der Leyen.
La invasión rusa a Ucrania aumentó la crisis de los precios de la energía, pero no fue lo único. Todos los países comunitarios entienden que Europa debe dejar de ser dependiente del gas ruso y ser más autónomos, sobre todo por las sanciones de bloquear el comercio de los energéticos rusos por ser una de las principales fuentes de ingresos del Kremlin.
